Cualquier niño, niña o adolescente puede ser abusado sexualmente sin importar dónde vive, quién es su familia, en qué situación económica o social se encuentra, cuál es su nacionalidad o qué religión profesa su familia. Su agresor puede ser hombre, mujer, mamá, papá, abuela, abuelo, hermano, hermana, tía, tío, amigo, amiga… quien sea.
No obstante, existen factores que pueden incrementar el abuso sexual infantil. Te listamos algunos de ellos para que ayudes a prevenir este terrible delito.
1. Ambiente estresante en casa
Si los menores de edad no se sienten cómodos en casa, son vulnerables a que un adulto que le prometa estabilidad y seguridad se involucre en su vida. Además, es común que los niños, niñas o adolescentes que no se sienten seguros en casa no tienen la confianza de comunicarles cualquier problema a sus padres o cuidadores.
2. Baja autoestima
Los niños, niñas o adolescentes que tienen un autoestima bajo son propensos a que cualquier individuo que les ofrezca adulaciones, halagos, atención o regalos pueda aprovecharse de ellos. El valor personal es esencial para que los menores puedan reconocer la importancia del respeto y establecer límites.
3. Acceso a la tecnología sin supervisión
La tecnología puede proporcionar acceso inmediato a perpetradores y lo peor de todo es que les otorga cierta privacidad que mantiene en secreto el abuso. Sin supervisión los menores pueden caer en la trampa de abusadores virtuales.
4. Soledad
La soledad como emoción puede causar que los pequeños busquen compañía en personas con malas intenciones. Así mismo, si los menores no están bajo el cuidado y supervisión de nadie, se vuelven un blanco fácil para los perpetradores.
5. Discapacidades
Los niños con discapacidad son tres veces más vulnerables a ser abusados sexualmente porque dependen de los demás, no les es tan fácil escapar o comunicarse y la falta de educación sexual.
6. Abuso sexual previo
Los menores que han sido víctimas de abuso sexual corren un mayor riesgo de ser abusados de nuevo. Muchas veces el niño, niña o adolescente no tiene el apoyo para lidiar con el trauma o denunciar a su abusador, e incluso es posible que se encuentre en un entorno de riesgo que permite que el abuso continúe. Además, hay casos en donde los abusados se re-victimizan o no poseen las herramientas para lidiar con el trauma.
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