Holanda se convierte en el primer país del mundo en brindarle un hogar a todos los perros callejeros, un tema el cual era muy delicado para su país. Con la creación de un modelo bien estructurado de políticas públicas, Holanda pudo resolver un conflicto que parecía casi imposible hace algunos años.
De acuerdo con un artículo publicado por el diario español La Vanguardia, la solución fue combinar campañas de concientización, políticas de largo plazo, programas públicos, impuestos y multas.
El proceso
Se comenzaron a utilizar un conjunto de leyes que impiden el abandono, multando a aquellos que dejen a sus mascotas en las calles. De acuerdo con el medio español, las multas pueden llegar a costar 16 mil euros e incluso hay prisión de hasta 3 años por reincidencia.
A esto se unieron campañas de concientización y el propio gobierno de Holanda invirtió una fuerte suma de dinero para una campaña de castración, ofreciendo esterilizar a los perros de forma gratuita en todo el país.
A esto, se agregó una serie de impuestos para la compra de perros de raza, haciendo más accesible el adoptar perros para aquellas personas que desearan tener uno.
Con decisiones y medidas simples pero concretas, Holanda ahora presume de haber disminuido un problema que desde el XIX había aumentado y no parecía mejorar.