Hoy en día, es muy común pensar que las personas están obsesionadas con ellas mismas. Las redes sociales y en general la tecnología, han propagado esa obsesión con el «yo». Sin embargo, no siempre se trata de narcisismo como un trastorno, gustarte y preocuparte por ti mismo no es siempre malo.
Se trata de estar consciente y entender que el narcisismo no es realmente quererse demasiado sino no quererse lo suficiente.
Descubre a continuación las características del narcisismo proyectado de forma negativa y aquel que refleja una buena autoestima.
El trastorno de personalidad narcisista es la forma más grave de narcisismo y existen al menos 3 tipos diferentes:
Facultado: se caracteriza por estar presente en personas exitosas y carismáticas. Disfrutan del poder y se esfuerzan por tener admiradores fieles pero no son capaces de formar relaciones íntimas.
Manipulador: son personas con una desarrollada intuición para saber lo que otros piensan y utilizan esto para encantar y seducir. Su objetivo es tener a su lado una persona que le sirva y sea leal. Son frágiles y susceptibles debido a la falta de identidad y se alimentan de otros porque no pueden hacerlo ellos mismos.
Sin poder: nunca están satisfechos con ellos mismos, aunque tengan una buena vida. Son poco sociables, se consideran víctimas y dicen que la vida no tiene sentido. Pero también pueden ser enojados y violentos.
El narcisismo bueno por otro lado, se caracteriza por las personas que se sienten cómodas consigo mismas. Estas personas tienen confianza en ellas mismas, se quieren tal cual como son, son capaces de ver más allá de ellos mismos y notar que hay personas con las que pueden relacionarse abiertamente y tienen la capacidad de cometer errores sin miedo.