El autismo es un trastorno neurológico complejo que forma parte de los trastornos del espectro autista (TEA).
Los síntomas pueden manifestarse en muchos niveles, hay quienes los presentan de forma leve y otros muy severa. Esta condición daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros.
Las personas que viven con autismo perciben el mundo de forma distinta, por ejemplo, son más susceptibles a la luz y a las texturas.
Por esta razón se recomiendan espacios iluminados de forma sencilla que les ayude a percibir la tridimensionalidad del espacio.
En espacios interiores, se debe generar un entorno lo más claro y sencillo posible, para evitar distracciones o alteraciones en la conducta con personas autistas.
Se pueden realizar algunas técnicas que podemos usar para iluminar los espacios:
- Aprovechar la luz natural al 100% siempre y cuando sea posible.
- Se recomienda iluminación LED que tenga la capacidad de cambiar la temperatura de color desde un tono frío (luz de alba) hasta una cálido (luz de ocaso) con iluminación que tengan la capacidad de adaptar su temperatura del color de acuerdo a las horas del día.
- Sobre el diseño y ubicación de las iluminaciones es importante que el valor de uniformidad sea el adecuado, que no haya diferencias entre niveles bajos y altos que causen espacios oscuros y poco iluminados.
- Es importante que todo el espacio este lleno de luz, la luz indirecta es la mejor manera de llevar luz a áreas de desarrollo de las personas con autismo.
Recordemos que las personas que padecen de autismo deben tener una especial atención. Si conoces a alguien que lo padece puedes recomendarle estos prácticos consejos de iluminación.
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