«Que yo hable de ideología de género no significa que yo esté metiendo odio.»
Rubén García
El mexicano, Rubén García, ha viajado a muchos países para contar su historia. Unos lo critican y otros lo admiran, pero lo que nadie niega es que su testimonio es muy interesante. Rubén es una persona homosexual que apoya al patrimonio de familia y que está en contra de la ideología de género.
«La familia es el patrimonio de la humanidad. Ya no hay valores ni principios porque las familias se están destruyendo.»
¿Qué llevó a Rubén, una persona homosexual, a hablar sobre la ideología de género y la familia?
Rubén García vino a El País de lo Jóvenes a contarnos su historia, un testimonio que no contiene odio ni rencor, sino amor. A través de él, Rubén expresa un mensaje de amor propio y amor proveniente de Dios. «Muchos chicos me dicen: ‘Lo que te pasó a ti Rubén no aplica en mi vida.’ Yo sé que no, porque cada quién tiene diferentes experiencias dentro de su vida.», expresó Rubén momentos antes de empezar a contar su historia.
El papá biológico de Rubén murió cuando el tenía un año de vida y el hombre que lo crió era una figura paterna violenta que le pegaba. En consecuencia, se refugió en su madre. Rubén dice que la causa de su atracción hacia los hombres, es la relación poco amorosa que tuvo con su padre, pero que no nació así. «No se nace gay; es más fácil decir esto a abrir el corazón.»
Rubén creció en un pequeño pueblo en Guadalajara, México, en donde pensó que era el único adolescente raro del pueblo. Se mudó a la ciudad pensando que sería aceptado y en donde conoció un hombre mucho mayor. «A mis doce años y medio, los de mi sexo llegaron a agredirme, a golpearme, a humillarme… llega uno de mi propio sexo, ve cosas positivas en mí y aparte es una persona mayor… estoy buscando la imagen de papá.»
Comenzó a prostituirse a los doce años y medio
Al no sentirse «lleno», Rubén terminó la relación con este hombre y buscó cariño por medio de la prostitución. «Muchas veces yo no quería sexo, sino cariño.»
Fue una adolescencia dura, en un estilo de vida que el mismo describe como una vida llena de falacias. Descubrió un grupo en el que no se valía decir cómo se sentía porque siempre tenía que fingir que estaba feliz. «Llega el fin de semana, sacas tus mejores ropas, tu mejor perfume y vamos al antro gay.»
Comenzó a trabajar en un prostíbulo donde le llamaban «La Rubí». Se vestía como mujer y estuvo a punto de tomar hormonas. Tenía relaciones sexuales con muchas personas, tratando de sentirse lleno emocional y espiritualmente.
«Es como un embudo que mientras más agua le eches, al final ese embudo que es nuestro corazón, quedará vació.»
Decidió irse a Estados Unidos con sus papás
A pesar de que seguía teniendo un estilo de vida muy parecido al que tenía en México, dos cosas cambiaron: dejó de vestirse como mujer y empezó a asistir a misa. «Yo estaba sentado ahí, la mente estaba por otro lado.»
Asistió con su madre a un grupo de oración por conveniencia; creía que si asistía Dios le iba a conceder un trabajo. Después, asistió a un retiro pensando que era el último requisito para que Dios le diera un trabajo.
«Yo recuerdo que dije: ‘¿Para qué voy?’ Yo había escuchado que Dios odia a los gays, que voy directo al infierno, que estoy condenado. Pero en este retiro se me proclama a un Dios que me amaba, que no le importa lo que yo había hecho con mi cuerpo y, por primera vez, experimento la caricia de Jesús.
«Yo te respeto, ¿por qué no respetas mi decisión?»
Después del encuentro que tuvo con Dios, Rubén se integra a Courage Latino, un programa que brinda apoyo a las personas con atracción hacia el mismo sexo. Ahí fue donde descubrió que necesitaba a Dios en su vida, a pesar de que le atraían los hombres.
Rubén vivió una transformación; no cambió su atracción por el mismo sexo, pero sí su corazón. Comenzó a perdonar a su papá adoptivo, a las personas que lo agredieron y a sí mismo.
«Yo sé lo que se siente ser golpeado, excluido y humillado. Cuando a mi me atacan, siempre digo: Vive tu vida. Yo te respeto, ¿por qué no respetas mi decisión?»
Rubén García expresó que lo que a él lo hace feliz es buscar su camino en Dios y que si ese no es el camino de todos, él lo respeta.
Actualmente Rubén le da apoyo a muchas personas homosexuales a través de Courage Latino, escribió un libro que se llama: «Un hombre alcanzado por la misericordia de Dios» y aparece en el segundo capítulo del documental de Juan Manuel Cotelo: «Dios ama a los homosexuales». También viaja al rededor del mundo compartiendo y difundiendo su historia.