*Foto de portada vía La Mente es Maravillosa
Todos hemos regresado a nuestra casa después del trabajo, o después de estudiar, cansados y con el único plan de permanecer en nuestra cama el resto de la tarde y de la noche. De repente recibes un mensaje de tu amigo en tu celular, el cual te mandó un video de la fiesta en la que se encuentra y deseas estar ahí. Tras el suceso, navegas en Instagram y observas los stories de todos tus amigos disfrutando su viernes y comienzas a sentirte ansioso.
A esta sensación se le conoce como FOMO o, por su siglas en inglés, «fear of missing out», el miedo a perderse cosas. Del FOMO nadie se salva; es una sensación humana que con la tecnología ha traído varios retos, en la cual temes perderte eventos relevantes o momentos de vida importantes.
El FOMO siempre ha existido
Bobby Mook mencionó durante la conferencia TEDx UNC que el FOMO o el miedo a perderse cosas siempre ha existido, incluso durante el Imperio Romano; Cicero era un emperador que padecía mucho de esto porque le temía tanto a perderse los suceso importantes en Roma que cuando estaba de viaje padecía de una ansiedad extrema.
«No es una experiencia humana nueva, sin embargo, la sociedad actual tiene más canales que nunca que fomentan este miedo, pero no tiene que ser algo malo. Cuando lo entendemos y lo reconocemos, puede guiarnos,» comentó Mook.
Consecuencias negativas del FOMO
Una de las principales consecuencias del miedo a perderse cosas es que nos desconecta de los demás y evita que disfrutemos del presente. Por ejemplo, cuando estamos cenando con nuestros amigos y todos están en sus celulares navegando en sus redes sociales para actualizarse.
Según Bobby Mook, también puede causarnos muchísimo estrés porque constantemente estamos pensando en lo que deberíamos de estar haciendo.
¿La tecnología causa FOMO?
La tecnología no es causa del FOMO, solo es un medio que si se sobre usa puede causarnos estrés y ansiedad, y en consecuencia alimentar este miedo que es un reflejo de uno más grande.
El FOMO surge de preguntas esenciales que no logramos contestar como: ¿lograré hacer cosas importantes?, ¿seré recordado?, ¿soy amado?, ¿valgo la pena?, ¿soy significante?
¿Cómo supero el miedo?
Nunca podremos superar este miedo; es algo que siempre experimentaremos. El FOMO no siempre es malo, realmente puede decirnos mucho sobre nosotros mismos y sobre nuestras relaciones con otros.
Lo importante es identificarlo y preguntarnos: ¿Qué es lo que me está diciendo mi miedo? Puede ser que buscas la aprobación de los demás o extrañas a tus amigos. La idea es buscar la fuente de este miedo para poder trabajar en ello.