*Foto de portada vía REUTERS
Erróneamente, muchas personas esperan a que una ley «prohiba» o «apruebe» una acción para identificarla como «buena» o «mala». Esto no solo nos priva de nuestra voluntad intrínseca, sino también de la naturaleza misma de las acciones. Pareciera que su moral está guiada por la famosa «ética del deber» de la que el famoso filósofo Emmanuel Kant habló, pues para él una persona actúa moralmente cuando lo hace por deber.
Sin embargo, existen muchísimos casos en los que sí debemos apoyarnos de las leyes para obligar a las personas a dejar de cometer acciones que perjudican el bienestar de los demás. Recientemente, se aprobó ley 141 en Sudán que penalizará la mutilación genital femenina, algo que le brindará soporte a la erradicación de este acto.
La mutilación genital femenina, también conocida como ablación, implica la extracción total o parcial del clítoris, la extracción total o parcial de los órganos externos, costuras o estrechamientos de la abertura vaginal, quemaduras, raspados y muchos otros daños.
Su fin depende de cada comunidad. Para algunas, la ablación es una forma de brindarle honor a la familia o es un rito que marca la transición de niña a mujer.
Este proceso es bastante doloroso y causa diversos problemas, como: problemas al orinar, dolor al momento de tener relaciones sexuales, complicaciones al momento de dar a luz e incluso, la muerte. Durante el procedimiento, muchas mujeres han muerto desangradas.
Sudán es el país con más mujeres víctimas de la mutilación genital. La organización anti-mutilación genital femenina, 28 Too Many, indica que hasta tres cuartas partes de los procedimientos en el país son realizados por trabajadores de salud y que el 91% de las mujeres entre 45 a 49 fueron sometidas a este proceso y el 81% el rango de edad de 15 a 19 años.
La prohibición de la mutilación genital femenina por parte del gobierno provisional de Sudán es un gran paso a la erradicación del mismo. Probablemente tomará tiempo, pero es un gran paso que ayudará a proteger a las mujeres y niñas.