Miles de personas alrededor del mundo están sufriendo las consecuencias de la pandemia del coronavirus, COVID-19. Entre ellas, el desempleo. La solución para muchos gobernantes ha sido reforzar el emprendimiento, pero Pakistán ha encontrado una alternativa: la plantación de árboles.
En el 2018 el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, puso en marcha un proyecto de reforestación llamada «10 Billion Tree Tsunami», con el objetivo de plantar 100 mil millones de árboles.
El Índice de Riesgo Climático Mundial del 2020 indica que Pakistán es el quinto país más afectado por el cambio climático en los últimos 20 años. Entre 1999 y el 2018, se registraron más de 150 fenómenos meteorológicos extremos.
La iniciativa de Khan no solo está ayudando al medio ambiente, sino que ahora está combatiendo el desempleo en el país. Ningún trabajador de «10 Billion Tree Tsunami» fue despedido y miles personas desempleadas fueron contratadas para plantar árboles durante la crisis del COVID-19.
Todos los empleados deben seguir las medidas de prevención y contención contra el coronavirus, como el uso de mascarilla y el distanciamiento.
«Debido al coronavirus, todas las ciudades se han cerrado y no hay trabajo. La mayoría de nosotros no podemos generar dinero para nuestras necesidades básicas», dijo Rahman, un residente del distrito de Rawalpindi en la provincia de Punjab, a la Fundación Thomson Reuters.
Ahora gana 500 rupias ($3) por día plantando árboles, aproximadamente la mitad de lo que podría haber hecho en un buen día, pero lo suficiente para sobrevivir.
«Todos nosotros ahora tenemos una forma de ganar salarios diarios para alimentar a nuestras familias», dijo.
Solo en la provincia de Punjab se han plantado 30 millones de árboles. La meta es plantar 50 millones más este año.
