Un agente encubierto de Estados Unidos que se hace pasar por pedófilo para atrapar a mujeres que venden niños a cambio de sexo en línea reveló que, por la pandemia del COVID-19, este problema ha empeorado exponencialmente.
El agente de Investigaciones de Seguridad Nacional, llamado por el seudónimo «Mike» ha trabajado por años para arrestar a las madres que abusan y explotan sexualmente a sus hijos en Filipinas. El investigador apareció en un documental de la periodista inglesa Stacey Dooley en el 2017, donde revelada la difícil situación que se vive en este país.
Mike fue entrevistado por Dooley a través de un podcast el pasado 8 de octubre, en donde reveló que el problema ha incrementado porque los traficantes y clientes pasan más tiempo encerrados, lo que les facilita explotar y abusar de los niños y adolescentes.
Asimismo, la difícil situación económica ha tentado a más familias a unirse al grupo de traficantes sexuales. Al mismo tiempo, los niños no asisten a la escuela y están sometidos a un ciclo interminable de abuso.
«Para estos niños, es uno tras otro», explicó Mike en el podcast.
El agente mencionó que ahora los clientes tienen más tiempo libre en el que están sentados frente a las computadora o dispositivo electrónico; es una oportunidad de venta para los traficantes.
«Desafortunadamente para esos niños, no hay descanso. Antes iban a la escuela y volvían a casa y era terrible, pero ahora es peor», expresó Mike.
«Mi teléfono encubierto explota todos los días y realmente no tiene fin»
Mike, quien ha estado incrustado en redes de pedófilos en línea durante varios años, dijo que ahora no solo los traficantes lo contactan, también las víctimas que están siendo obligadas para establecer contacto directo.
Uno de los grandes temores de Mike es que el turismo sexual incremente cuando termine el encierro y los clientes, principalmente de Estados Unidos y el Reino Unido, estén viajando para abusar de los niños en persona.
Un problema internacional
Este es solo un caso de las infinitas redes pedófilas y de tráfico sexual existentes a nivel internacional. Hay varias instituciones y organizaciones buscando una solución, pero no son suficientes.
Debemos exigirle a las autoridades soluciones para erradicar este problema. Sin embargo, todos tenemos la responsabilidad de cuidar a los menores de edad denunciando cualquier tipo de abuso, educando a los demás y no quedarnos callados.
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