El psiquiatra y filósofo austriaco Viktor Frankl decía que el sufrimiento cesa de serlo en el momento en que adquiere un sentido, algo que el escritor y conferencista guatemalteco Alan Tenenbaum ha demostrado en carne propia.
Como parte de la campaña #NoMásHistoriasdeAbuso, Tenenbaum comparte la historia del accidente que lo dejó en silla de ruedas y cómo elegir una actitud positiva fue crucial para poder superar lo que le había sucedido.
«Todo tiene un propósito y esto de volverme escritor y conferencista profesional es algo que nunca hubiera escogido ser y todo fue a raíz de mi accidente.»
Alan Tenenbaum
Cuando el guatemalteco Alan Tenenbaum tenía 26 años sufrió un accidente al tirarse de clavado en una piscina; se lesionó la médula espinal y quedó cuadripléjico.
«Desde el primer momento que me pasó esto gracias a Dios lo tomé muy bien, principalmente porque estaba muy consciente de que me podía haber muerto ese día», explicó Tenenbaum a El País de los Jóvenes.
Tenenbaum pasó mucho tiempo sin saber exactamente qué le había sucedido, hasta que fue a un hospital en Miami en donde le dijeron que su condición no tenía cura. No obstante, el guatemalteco tomó la noticia con mucha calma.
Un año después, cuando Tenenbaum empezó a creer que era una carga para su familia, cayó en una gran depresión e incluso quería suicidarse.
«La única razón por la que no lo hice era porque no era físicamente capaz de hacerlo… no podía ni rascarme la nariz y tampoco podía suicidarme», contó.
«Teikirizi & pa’ lante«
Cuando Tenenbaum decidió cambiar su actitud y vivir bajo su lema «Teikirizi & pa’ lante», su vida tomó otro camino diferente.
«Mantener la calma, tener paciencia y tener fe ayuda muchísimo cuando uno está pasando un momento difícil en la vida, pero no es suficiente… uno tiene que mantener la calma pero siempre seguir pa’ lante», expresó Tenenbaum.
Poco a poco el guatemalteco recuperó la motricidad de sus brazos, pero no por completo. Aún así, pudo volver a hacer cosas por su propia cuenta como comer o lavarse los dientes.
Además, Tenenbaum le encontró un propósito a lo que le había sucedido: «Ayudar a la mayor cantidad de gente a tener una actitud positiva en la vida».
Se convirtió en escritor y conferencista profesional y ha inspirado a muchas personas con su historia y, sobretodo, con su actitud.
«Todo tiene un propósito y esto de volverme escritor y conferencista profesional es algo que nunca hubiera escogido ser y todo fue a raíz de mi accidente», expresó.
«En un segundito nos puede cambiar la vida»
Gracias a su increíble actitud y fe, Tenenbaum ha logrado cosas que jamás se imaginó, como escribir su primer libro «En la silla de Morfeo», y pronto publicar el segundo, escribir cuentos para niños e incluso participar en un torneo de ping-pong.
No obstante, sus mayores logros han sido casarse y convertirse en padre de una linda bebé. «Es lo mejor que me ha pasado en la vida sin ninguna duda», comentó.
Tenenbaum incita a todas las personas ha tomar la decisión de vivir con una actitud positiva, a pesar de las caídas y los altibajos. Asimismo, recalca la importancia de estar agradecidos con lo que tenemos en lugar de enfocarnos en lo que perdimos o no tenemos.
«En un segundito nos puede cambiar la vida… la vida es así. Es permitido caerse de vez en cuando, sentirnos tristes enojados y deprimidos, pero es obligatorio levantarse.
Esta vida es un regalo y vale la pena decidir tomar todas las cosas con una actitud positiva porque hace una gran diferencia. Así que siempre ‘Teikirizi & pa’ lante».
Alan Tenenbaum
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