La extensa lista de logros de la soprano lírica guatemalteca, Sara Diéguez, refleja una trayectoria de calidad musical en producción operática y teatral, con numerosas presentaciones privadas, gubernamentales y junto a artistas internacionales. Quién diría que hace muchos años esta increíble artista creyó que no era buena para cantar.
Cuando Sara Diéguez era una niña le daba muchísimo miedo cantar y pensaba que ya estaba muy grande para iniciar una carrera musical. Sin embargo, gracias a el impulso artístico de su madre, la guatemalteca tuvo que enfrentarse a sus miedos y pensamientos limitantes, convirtiéndose en la gran artista que es hoy.
«Yo he tenido la bendición de tener una madre que sentía el arte muy profundamente; ella fue la primera que me impulsó», explicó Diéguez a El País de los Jóvenes.
Diéguez comenzó a recibir clases de baile latino y flamenco, luego de que su madre la inscribió, pero su camino tomó otro rumbo cuando recibió una beca de canto.
La guatemalteca contó que realmente no podía cantar cuando inició sus clases de canto y por ello, debía esforzarse muchísimo para desarrollar su voz y aprender las distintas técnicas y herramientas.
«Yo le seguí poniendo mucho amor a lo que estaba aprendiendo», expresó Diéguez.
El mayor reto para Diéguez no fue ni su voz ni su falta de práctica y conocimiento, sino su mente. Todos los días se esforzaba para aprender a cantar y, al mismo tiempo, a manejar sus pensamientos.
«El principal reto para mí fue llegar a creer que sí podía y eso me tomó muchas años», confesó Diéguez.
Después de mucho trabajo, dedicación, pasión y fe, la guatemalteca ha destacado en muchísimas producciones como en la producción operática “El Barbero de Sevilla” de G. Rossini en Guatemala en 2016 y 2014, el recital para la Embajada de Guatemala en el Reino de Bélgica y muchas más presentaciones en su país natal, compartiendo el escenario con grandes
artistas de talla internacional, como el barítono guatemalteco, Dr. Luis Felipe Girón May, y cantante del coro de Andrea Bocelli en su presentación en Guatemala. Además de numerosas presentaciones en distintas instituciones privadas y gubernamentales.
Asimismo, inició un emprendimiento llamado Mielitas de Jengibre, un suplemento nutricional con extracto de equinácea y grink biloba, producido por artesanos de Santa Lucía, Milpas Altas, Sacatepéquez.
«Esta es otra manera que Dios me ha dado para servir a la gente», mencionó Diéguez.
Diéguez comenzó a estudiar medicina china tradicional y desarrolló una fórmula con on extracto de equinácea, grink biloba, jengibre y miel con excelentes beneficios para la salud.
Para la guatemalteca, existen muchísimas formas de mostrar nuestro talento y servir a los demás: «la clave está en ponerle alegría a todo».
«No se desanimen a pesar de los problemas, pongan su corazón y sus pensamientos más allá de esta realidad física. Procuremos cultivar el amor, el respeto, la tolerancia», concluyó Diéguez.