La mayoría de veces el abuso sexual no deja testigos y en ocasiones tampoco deja pruebas… realmente es un delito silencioso. Es por esto que romper el silencio es tan importante, pero en el caso de los niños muy pocas veces son ellos quienes lo hacen.
Una de las formas proteger a los menores de edad del abuso sexual es confiar en ellos cuando te dicen que alguien los toco inapropiadamente o realizó cualquier tipo de abuso. Sin embargo, si no te lo comunican existen señales silenciosas que te ayudarán a detectar el abuso sexual.
¿Qué es el abuso sexual?
El abuso sexual a menores es cualquier actividad encaminada a proporcionar placer sexual, estimulación o gratificación sexual a un adulto, que utiliza para ello a un niño, niña o adolescente, aprovechando su situación de superioridad. Las formas más comunes de abusos sexuales a menores son: el incesto, la violación, la vejación y la explotación sexual.
Las víctimas de abuso sexual sufren secuelas negativas a nivel físico, psicológico y emocional. Se pueden distinguir distintas consecuencias a corto y a largo plazo que varían dependiendo de cada caso, por ejemplo, si el abusador es un familiar o es otro menor de edad.
Algunas señales silenciosas para detectar el abuso sexual infantil
1. Lenguaje, conocimiento, comportamiento y dibujos que no corresponden son su edad
Cuando un menor de edad habla y da detalles concretos sexuales, dibuja imágenes explícitas, juega inapropiadamente con sus juguetes o se dirige a los demás de forma sexual es muy importante que te cuestiones sobre su comportamiento.
Los menores por sí solos no pueden llegar a conocer ciertos temas sexuales, al menos que alguien les haya enseñado.
2. Alteración emocional
Si un niño, niña o adolescente está alterado, nervioso, irritable, inquieto, triste o llora desconsoladamente puede hacer sufrido algún tipo de trauma. También pueden mojar la cama o hacer berrinches.
3. Alteración de sueño
Muchos menores que han sufrido abuso sexual no duermen bien por temor o porque tienen pesadillas; usualmente están cansados.
4. Cambios en la higiene
Es usual que los menores tengan una excesiva o falta de higiene. Esto se debe a estrés, culpa e incluso se puede considerar como un mecanismo de protección porque no quieren que te des cuenta de lo que les sucedió o incluso que vuelva a suceder.
5. Desorden alimenticio
Hay menores que se niegan a comer o comen excesivamente. Recuerda que su alimentación está vinculada a su situación emocional.
6. Bajo rendimiento académico
Sus capacidades de concentración se ven afectada, al igual que el interés por estudiar. Es muy frecuente que esto se refleje en sus notas.
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