Según una investigación de la universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, las personas dicen en promedio 11 mentiras por semana.
El experimento se realizó con 110 personas durante 10 semanas, donde se analizaron a estas ante diferentes situaciones. La mitad de los participantes fueron entrenados para reducir la cantidad de mentiras que decían usualmente y el resto no recibió instrucciones. Mientras se llevaba a cabo el experimento se realizaron análisis físicos y se controlaron las relaciones interpersonales de estas personas.
En base a los resultados, los científicos analizaron lo que pasa cuando las personas son más honestas. Encontrando que aquellas que reducieron la cantidad de mentiras que decían diariamente, presentaban mejoras en su salud física y mental como: menos sentimientos de tensión, melancolía, dolores de cabeza, estrés, angustia, dolor y molestias en la garganta.
Además, la autoestima también se beneficia, ya que las personas con baja autoestima suelen experimentar emociones negativas y sentimientos de vulnerabilidad al sentirse amenazados, por lo que recurren a la mentira.
