Algunas de las mejores películas de suspenso y terror están inspiradas en hechos reales que los directores han utilizado para construir las terroríficas historias que te hacen gritar de miedo.
Estas son algunas de las mejores películas de suspenso y terror basadas en hechos reales.
El Conjuro
Ed y Lorraine Warren son personajes reales. Se dedican a la investigación de fenómenos paranormales y en una de sus investigaciones llegaron a una casa en Rhode Island, la misma del conjuro, en la que llevaban muriendo inquilinos durante ocho generaciones en extrañas circunstancias.
Psicosis
En esta película de Alfred Hitchcock, el personaje de Norman Bates, está basado en el asesino en serie Ed Gein.
El exorcista
El clásico del cine de suspenso, está basado en una novela de Peter Blatty. Pero, también narra los acontecimientos en 1949 en el que un joven de 14 años requirió la ayuda de varios exorcistas.
El horror de Amityville
Esta película de terror está basado en los testimonios de la familia Lutz. Estos se mudaron a una casa donde los antiguos propietarios habían sido brutalmente asesinados. La familia Lutz asegura que en esa casa pasaban cosas raras. El menor de 10 años decía que se oían ruidos extraños, se sentían malos olores, la casa estaba infestada de moscas y una sustancia viscosa que se deslizaba por las paredes.
Pesadilla en la calle del infierno
Aunque Freddy Krueger no está inspirado en ningún asesino en serie, el director Wes Craven utilizó una serie de sucesos extraños para construir su historia. Craven usó el caso de varios testimonios de los supervivientes de los campos de concentración Khmer Rouge en Camboya, quienes para evitar las pesadillas intentaban no dormir en absoluto, pero cuando finalmente se dormían de por cansancio, despertaban gritando y morían casi de inmediato.
The girl next door
Esta película está inspirada en la historia real del asesinato de Sylvia Likens. Los padres de Sylvia dejaron durante un tiempo a sus dos hijas al cuidado de una vecina de confianza: la señora Gertrude Baniszewski. Durante los siguientes meses Baniszewski, con la ayuda de sus seis hijos y otros niños del barrio, golpearon y torturaron a las dos hermanas hasta causar la muerte de Sylvia.