¿Cuántas veces has sentido que todo iba bien… hasta que tú mismo lo arruinaste sin querer? Tal vez postergaste algo importante, rechazaste una oportunidad o te convenciste de que “no eras suficiente”. Si te suena familiar, tranquilo: no estás solo. Eso tiene nombre «autosabotaje» y es mucho más común de lo que imaginas.
El fenómeno del autosabotaje ocurre cuando, sin darte cuenta, te pones obstáculos para no avanzar. Es como si tu mente jugara en tu contra, pero en realidad intenta “protegerte” del miedo al fracaso, al rechazo o incluso al éxito. Paradójicamente, esa protección termina impidiéndote crecer.
Muchas veces el autosabotaje se disfraza de lógica…
“No es el momento perfecto”, “aún no estoy listo”, “tal vez después”. Pero detrás de esas frases hay inseguridad, miedo y una baja autoconfianza. Y lo peor es que te convence de que estás tomando la mejor decisión… cuando en realidad estás huyendo de autosabotajes.

Superarlo comienza con reconocer tus patrones
¿Sueles dejar todo para el final? ¿Te cuesta recibir halagos? ¿Te comparas constantemente con otros? Esas son señales claras de que te estás frenando. Luego, cuestiona tus pensamientos automáticos: no todo lo que crees sobre ti es cierto. La autocrítica extrema no te hace humilde, te limita y lleva al autosabotaje.

El siguiente paso es reconectar contigo. Celebra tus avances, incluso los más pequeños. Agradece lo que logras cada día. Y sobre todo, rodéate de personas que te impulsen a crecer, no de quienes te hacen dudar de tu valor.
Superar el autosabotaje no es magia, es constancia
Se trata de aprender a ser tu propio apoyo en lugar de tu enemigo.
Así que, la próxima vez que esa vocecita interna te diga “no puedes”, sonríe y respóndele:
“Gracias por cuidarme, pero esta vez voy a intentarlo igual.”

¡Sigue a El País de los Jóvenes en Instagram, TikTok y YouTube para más contenido positivo!


