Infidelidad 2.0: No es un tercero, ¡es un algoritmo!
En pleno 2025, el amor ya no sólo duele por traiciones humanas. La inteligencia artificial (IA) se ha colado en los matrimonios y está provocando rupturas emocionales reales. Cada vez más parejas están incluyendo en sus demandas de divorcio algo que antes parecía sacado de una serie de ciencia ficción. Se trata del “romance” con chatbots de IA como Replika, Anima o WifeGPT. Según reportes recientes, muchas personas desarrollan vínculos afectivos profundos con estos asistentes virtuales. Esto termina desplazando a su pareja de carne y hueso.
Lo sorprendente es que, aunque no hay contacto físico, los tribunales ya están reconociendo esta conexión digital como una forma de “conducta irrazonable”. Este es uno de los motivos legales más comunes para divorciarse. En otras palabras, dedicar horas secretas a chatear con una IA, gastar dinero en suscripciones premium o personalizar su personalidad puede ser visto como una traición. Este concepto redefine por completo qué significa ser infiel en la era digital.
El dilema legal y emocional: ¿Amor real o escape virtual?
Aunque no todos los sistemas legales consideran a la IA como adulterio dado que no es una persona física, ya hay quienes la utilizan como base para alegar abandono emocional. En Reino Unido, por ejemplo, los juicios por divorcio han incluido la inversión en estas IAs como prueba de “descuido emocional”. En algunos lugares de Estados Unidos también se analiza el gasto secreto y excesivo en chats con bots como un factor. Este podría influir en la división de bienes.
Además del litigio, están las consecuencias humanas, ya que las parejas mencionan su dolor por la IA. Las parejas denuncian que sus cónyuges prefieren hablar con un programa antes que con ellos. Confían y buscan consuelo en líneas de código. Esa desconexión virtual lleva a resentimiento real. Los testimonios revelan cómo las personas llaman a sus chatbots “novios” o “novias”. Los describen con la misma intensidad que a una pareja tradicional.

¿Por qué está explotando esto justo ahora?
Los chatbots actuales no son “robots tontos”: están diseñados para responder con empatía, memoria emocional y hasta gestos románticos.
Muchas personas sienten que esos bots los “entienden mejor” que sus parejas reales: no juzgan, siempre están disponibles y se adaptan a sus necesidades. Este tipo de comprensión, ofrecido por la IA, está siendo valorado.
La IA se ha convertido en un mediador sentimental: algunos la usan para resolver crisis de pareja, otros para escribir mensajes de reconciliación o despedida.
¿Y ahora qué?
Este fenómeno plantea preguntas que parecían propias de una novela futurista: ¿cuándo una relación con una IA deja de ser “solo un chat”? ¿Puede un algoritmo robarnos el corazón y destruir un matrimonio? Luis, usuario en Reddit, lo resume con crudeza.
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