Agustín Laje es un escritor, politólogo y periodista argentino adherido a la ideología liberal-conservadora de derecha que presenta serias críticas hacia los movimientos ideológicos progresistas actuales. Recientemente impartió el webinar: «Desenmascarando la agenda progresista», organizado por la Asociación La Familia Importa (AFI Guatemala), donde habló sobre la agenda progresista en Guatemala y Latinoamérica.
Para el argentino el progresismo va mucho más allá de las posiciones políticas; se ha adentrado a la psicología, arraigándose a la personalidad. Laje indica que la personalidad progresista es fundamental para guiar a los individuos a aceptar aquello que no han elegido; es por esto que las universidades y centros educativos entran en la llamada «agenda progresista».
«Dominar y someter nuestra cultura»
La agenda progresista o globalista se fundamenta en la destrucción de la centralidad del Estado al dominio de las organizaciones internacionales. Ante este panorama el centro de decisiones políticas ciudadanas no reside en el Estado, sino en los organismos globales.
Dentro de la agenda progresista se encuentran distintos elementos como el feminismo, el abortismo, el LGBTTTQIA+, la destrucción de las lealtades familiares, la destrucción de las lealtades religiosas y la destrucción de las lealtades nacionales.
Cada región tiene distintos elementos en su agenda progresista, pero estos son los que predominan en Guatemala y Latinoamérica.
Colonialización de las universidades y los medios de comunicación masivos
Para que la razón y elección se convierta en una función encriptada con el pensamiento moderno se deben dominar las universidades y los medios de comunicación para controlar directamente el pensamiento de los individuos.
Según Laje, la agenda progresista busca que sus elementos se estén difundiendo a través de las universidades y los medios de comunicación para dominar a los individuos; se promueve el aborto, la destrucción de la familia, etc.
Cabe mencionar la influencia que tiene la farándula. Las celebridades e influencers en los las redes sociales muestran abiertamente su postura progresista para que poseer la personalidad progre-moderna sea «sexy» o «cool».
«Arrebatar el derecho fundamental de los padres de familia para escoger la educación de sus hijos»
El adoctrinamiento escolar es otra de las amenazas principales de la agenda progresista, especialmente en Latinoamérica. Según Laje esto aniquila la libertad porque el Estado reduce toda la pluralidad de ofertas que existen a una sola. Por ejemplo, con este sistema todos los menores recibirían la misma educación sexual sin que los padres puedan elegir.
Laje menciona que la educación en la agenda progresista también pone en riesgo la naturaleza de los menores de edad. No solo le quitan la soberanía a los padres de familia de elegir la educación sexual de sus hijos, sino que buscan la erradicación del género femenino y masculino innato en los individuos.
Manipulación lingüística
Se utilizan términos como «inclusión», «igualdad» y «derechos humanos» para «evadir toda posibilidad de revisión crítica y que reclaman aceptación inmediata», según Laje.
Asimismo, se identifican palabras que descalifican automáticamente al interlocutor, sus ideas o una situación dada. Por ejemplo, «homofóbico», «transfóbico», «discurso de odio», «antiderechos» y «patriarcado».