Sé parte de nuestro país
Lugar
Fecha de nacimiento

Alumnos de sexto grado utilizan la impresión 3D para cambiarle la vida a una niña de 2 años

febrero 04, 2020
Historias de FE
Publicidad

*Foto de portada vía Charlotte-Mecklenburg Schools

Una niña de dos años de Carolina del Norte, EE.UU.,  tenía problemas para movilizarse con su tanque de oxígeno y recibió ayuda de un grupo generoso de alumnos de sexto grados y su maestro. 

Emmett Hightshoe fue diagnosticada con el síndrome de Kabuki en el útero, un trastorno genético que afecta el desarrollo de los órganos, así como sus habilidades físicas y cognitivas. A pesar de todo, sus obstáculos de salud no le han impedido ser una niña feliz. 

«Ciertamente tiene carácter fuerte», dijo su mamá Maleigh Hightshoe a Good Morning America. «Ella es muy feliz, amada y una persona muy amable, lo cual es genial porque nos ayuda a saber si algo no está bien».

Emmett Hightshoe vía Maleigh Hightshoe

Como el lado izquierdo de su corazón no se desarrolló completamente, afecta sus pulmones y debe cargar un tanque de oxígeno a todas partes. También usa un andador por su bajo tono muscular. 

Cuando Maleigh y su esposo conocieron a Ben Davis, un maestro de ingeniería de la escuela McClintock en Charlotte, les preguntó cómo se desplazaba Emmet. 

Emmett Hightshoe con sus padres vía Maleigh Hightshoe

Fue así como a Davis se le ocurrió pedirle a sus estudiantes de sexto grado que lo ayudaran a mejorar la movilización de la pequeña Emmett, cuyo tanque de oxígeno a veces se quedaba atrapado en el andador o en las ruedas. 

Foto vía Charlotte-Mecklenburg Schools

Los estudiantes de Davis trabajaron en un prototipo usando impresoras 3D, durante 3 meses. «Todas las ideas eran realmente únicas», dijo el maestro a ABC News. «Desde el primer día estaban iluminados, emocionados y felices, tenían millones de preguntas sobre Emmett».

Davis dijo que los estudiantes  midieron las barras en el andador de Emmett y probaron sus diseños en un modelo de la marca que distribuye su tanque de oxígeno.

Foto vía Charlotte-Mecklenburg Schools

Un grupo se dio cuenta que el tanque de oxígeno de Emmett era pesado, por lo que diseñaron un soporte con ruedas giratorias. Otro grupo aprendió que Emmett se sienta y se desliza por el suelo e inventaron un diseño de carrito para ella.

Ahora, gracias a estos estudiantes de sexto grado y su maestro, la pequeña Emmett puede movilizarse con facilidad y hacer cosas que antes no podía. 

¡Me gusta!
Publicidad