Albert Conner, 44, ha estado en cada cita con el doctor, cada examen y cada quimioterapia junto a su esposa Kelly, 40, desde que fue diagnosticada con cáncer de mama en enero. Cuando se enteró que no podría estar en el hospital por las restricciones establecidas por la pandemia del COVID-19, demostró su apoyo de otra manera.
Conner sostuvo un cartel desde afuera del Centro de Cáncer MD Anderson en Sugar Land, Texas, que decía: «No puedo estar contigo, pero aquí estoy. Te amo.» Incluso le agradeció al personal médico por la excelente atención a su esposa: «Gracias a todo el personal.»
«No me sentía bien al no estar ahí con ella porque le había prometido que estaría allí en cada paso del camino y sentía que iba a romper mi promesa», dijo Conner a Good Morning America. «Compré una cartulina y nuestros hijos y yo la coloreamos».
Kelly no se esperaba ver a su esposo desde la ventana; ella llegó al hospital por su cuenta. Mientras se preparaba para su quimioterapia, recibió un mensaje de Albert que decía que estaba en el parqueo y que se asomara por la ventana.
«Después de leer el mensaje de texto, simplemente me levanté un poco en mi silla para mirar por la ventana y él estaba justo allí», dijo. «Inmediatamente empecé a llorar y sentí un inmenso amor por él, porque él hizo eso por mí».
Las enfermeras también lloraron al ver a Conner apoyando a su esposa, incluso se acercaron a agradecerle.
«Algunas de ellas me dijeron que yo era la razón por la que venían a trabajar», dijo. «La atención me hizo sentir incómodo, pero también me hizo sentir bien y fue muy conmovedor».
Conner expresó que estaba un poco molesto después de enterarse que no podría estar con su esposa en el hospital, pero con el tiempo comprendió lo esencial que es cumplir con las medidas preventivas contra el COVID-19 por la salud de todos los pacientes y personal del hospital, inclusive la de las visitas.
