Cuando un niño tiene una enfermedad tan dolorosa como el cáncer, cuestionamos nuestras creencias y nos preguntamos: ¿Por qué una persona tan pequeña tiene que pasar por tanto sufrimiento? Como muchos menores, Anne Gabrielle Caron murió de cáncer, pero su inmensa fe y valentía ha inspirado a cientos de personas en todo el mundo.
La apertura de la causa de la beatificación de Anne Gabrielle Caron ha sido aprobada por los obispos franceses. A pesar de que la pequeña falleció en 2010, su impresionante testimonio de fe y amor a la eucaristía ha recorrido el mundo entero. La actividad se llevará acabo el 12 de septiembre, durante la festividad del Dulce Nombre de María en la Iglesia Francisco de Paula de Toulon, Nápoles, Italia.
«Una figura de santidad para los niños enfermos y sus familias»
Anne fue diagnosticada con cáncer en los huesos a los siete años, luego de que le dijo a sus padres que sentía un fuerte dolor en una pierna. Días después comenzaron sus tratamientos. El padre Dubrule la acompañó durante todo este proceso. Para él, este fue el inicio de su camino de santidad.
Con tan solo siete años de edad, Anne reflexionaba sobre el propósito de su santidad: «¿Por qué Dios me ha elegido a mí para esto?» En lugar de quejarse, la pequeña siempre decía que estaba dispuesta a aceptarlo. Ella misma afirmaba que ofrecía todo su sufrimiento por el del resto de los niños del hospital.
«Le he pedido a Dios que me dé todos los sufrimientos de los niños del hospital»
«Mi hija me mostró el camino al cielo», dijo Marie-Dauphine Caron, la madre de Anne a un medio local. Esta niña genuinamente estaba agradecida con Dios, a pesar de que estaba enferma y no solo sorprendió a su mamá, sino a todos los que la rodeaban.
No todos los días fueron fáciles para Anne, pero definitivamente lo más difícil fue cuando tuvo una recaída antes de su primera comunión. Sin embargo, la pequeña logró recuperarse y le dieron de alta la mañana del evento. Llegó 20 minutos tarde, pero logró realizar su primera comunión.
«Nunca he visto a nadie como ella. Para mi corazón sacerdotal, este sigue siendo un momento muy conmovedor», comentó el sacerdote que realizó la misa, sobre el momento en que vio a Anne con lágrimas en sus ojos al entrar a la iglesia.
Anne falleció cuando tenía 8 años el 23 de julio de 2010, pero su testimonio de vida ha inspirado a muchos y su ejemplo recorre el mundo entero, dándole esperanza y aliento a cientos de familias que deben enfrentarse a difíciles momentos.