*Foto de portada vía Raúl Rivera
No hay una edad establecida para terminar la primaria, la secundaria e incluso la universidad. Cuando se quiere y se trabaja duro, todo es posible. Un estudiante de derecho de Perú, demuestra que sin importar su edad y sus limitaciones, encontró la manera de asistir a la universidad para poder superarse.
Raúl Rivera asiste a la Universidad de San Pedro de Huacho, Perú, vestido como payaso. Algunos se le quedan viendo como si estuviese loco y otros se preguntan si busca llamar la atención, pero la realidad es que Raúl trabaja como animador de fiestas.
Para que le de tiempo de asistir a la universidad y trabajar para costear sus estudios, Raúl asiste a clases disfrazado de payaso porque no se puede darse el lujo de cancelar un show. Normalmente debe asistir a una fiesta después de la universidad, por lo que se le complica mucho cambiarse.
«Hoy me tocó exponer en la universidad, pero también tenía que cumplir un contrato. No me avergüenzo… Soy payasito ahora pero muy pronto un excelente abogado.He encontrado la forma de llevar alegría a tantos corazones, la forma honrada de llevar un pan a mi mesa y sobretodo lograr mis metas».
Su mayor apoyo es su esposa Tatty, quien lo admira no solo por haber ingresado a la universidad sin importar que ya no es un joven, también porque es un hombre trabajador y horado.
«¿Qué detrás de un gran hombre hay una gran mujer? Mentira… Detrás de un gran hombre no hay nadie, porque su compañera camina al lado y de la mano, nunca atrás. Mi amada está conmigo en las buenas y en las malas… Ella descubrió en mí este don, y vio algo que otros no podían ver, es una mujer aguerrida que trabaja y estudia, y yo soy su primer admirador».
Raúl Rivera es un ejemplo de superación, dedicación y esfuerzo. Demuestra que nunca es tarde para perseguir nuestros sueños, que al final el esfuerzo valdrá la pena y que los malos momentos son pasajeros.