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Todos los gamers que se mantienen actualizados en los video juegos saben que en el 2008 salió al público el Video Juego llamado Assassin Creed el cual consta de varios juegos que van contando como el personaje principal es buscado, en la actualidad, por la historia de sus antepasados que corre por venas.
La historia del video juego es tan interesante que en el 2009 Oliver Bowden publicó el primer libro de la saga inspirándose en el video juego.
Assassin Creed Renacimiento cuenta la historia de un joven florentino, hijo de un adinerado banquero quien pertenecía a una orden que velaba por el bienestar del pueblo y había mantenido por muchos años una lucha constante contra los vejámenes cometidos por los Templarios; orden que a través de su líderes, entre ellos Rodrigo Borgia, buscaban el dominio total de Europa y el mundo.
Ezio Auditore, nombre del personaje principal, a raíz del asesinato de su padre y sus hermanos, jura vengarse pero en el camino descubre que su familia ha pertenecido a la orden Assassin y en él recaerá la tarea de reavivar el credo que su familia había jurado seguir y luchar por la libertad y la justicia.
Convirtiéndose en el líder de la orden, su tarea es encontrar un artefacto llamado la «manzana del Edén» pero para ello tendrá que eliminar a varios Templarios que buscan el exterminio de su orden.
El autor involucra a varios personajes reales del siglo XV como Rodrigo Borgia, Lorenzo de Medici, Leonardo da Vinci, cuyos personajes y sus historias se van entralazando con Ezio.
La historia, tal como el juego, está plagada de luchas, acrobacias, artefactos como la daga adherida al antebrazo y muchas otras cosas creadas por los antecesores de Ezio y otras creadas por el mismísimo Leonardo da Vinci; sin faltar el amor.
«Al entrar, su pie derecho se tropezó con una losa que se movió debajo de él y con el movimiento, las lámparas de aceite colgadas en los muros del pasadizo cobraron vida. El recorrido era corto, con una ligera pendiente hacia abajo, y finalizaba en una cámara circular decorada con un estilo que recordaba más a Siria que a Italia. El cerebro de Ezio recordó el cuadro que colgaba en el despacho privado de su padre en el castillo de Masyaf, en el que fuera en su día la sede de la antigua Orden de los Asesinos. Pero no disponía de tiempo para reflexionar sobre si aquella curiosa decoración podía tener algún significado especial. No había muebles y en el centro de la estancia había un arcón de hierro de gran tamaño cerrado con dos voluminosos candados. Miró a su alrededor para ver si encontraba una llave, pero la estancia exceptuando su ornamentación, estaba vacía. Ezio estaba preguntándose si tendría que regresar al despacho de su padre para buscarlo allí, y si tendría tiempo de hacerlo cuando, cuando por casualidad su mano rozó uno de los candados, que se abrió de repente. El otro se abrió con la misma facilidad. ¿Estarían los candados programados para responder al contacto de una determinada persona?. Los misterios se amontonaban pero no había tiempo para adentrarse ahora en ellos.
Abrió el arcón y vio que contenía una capucha blanca, evidentemente antigua, hecha con algún tipo de tejido de lana que no reconoció. Algo lo llevo a ponérsela y sintió de inmediato una extraño poder. Se bajó la capucha pero no se la quitó.
El arcón contenía además una muñequera de cuero, una daga rota que en lugar de una empuñadura normal estaba conectada a un curioso mecanismo cuyo funcionamiento no alcanzaba a comprender, una espada, una hoja de vitela con símbolos y letras y lo que parecía parte de un plano, y la carta y los documentos que su padre le había dicho que debía entregar a Uberto Alberti. Lo cogió todo, cerró el arcón y regresó al despacho de su padre, cerrando con cuidado la puerta secreta a sus espaldas. En el despacho encontró una bolsa para portar documentos que pertenecía a Giulio, guardó en ella los documentos del arcón y se la colgó cruzada sobre el pecho. Se abrochó la espada. Sin saber qué hacer con aquel extraño conjunto de objetos y sin tiempo para reflexionar sobre por qué su padre guardaba aquellas cosas en una cámara secreta regresó con cautela hacia la puerta principal del polazzo. Oliver Bowden, Assassin Creed
Sin duda alguna aquellos que han tenido la oportunidad de jugar, ver la película y leer los libros, saben que hay algunas diferencias entre uno y otro pero el libro te hace sentir como si estuvieras en el lugar y te inspira a buscar la verdad y aunque parezca una frase sacada de un comic, te inspira a «luchar por la justicia»
La saga consta de 10 libros que sin duda alguna, después del primero, querrás todos.
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