Cuando se trata de un problema personal, resolverlo no es sencillo pero más controlable. Sin embargo, si se trata de una emoción o malestar momentáneo es difícil controlarse y responder de forma adecuada. En este caso no se trata de pensar en soluciones sino de evitar que la emoción no te controle y te haga hacer algo de lo te puedas arrepentir.
Entrenando, la capacidad de hacerlo la tienes, pero muchas veces no sabes como utilizarla o prefieres ignorarla para no sentirte peor.
Aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán si tienes dificultades expresando, sintiendo o manejando emociones fuertes que se vuelven incontrolables y que da miedo enfrentarlas.
Es muy importante que aceptes esa emoción que estás sintiendo. Toda emoción tiene una función, dice algo de la persona, sobre otros o la situación que te rodea. No la ignores, por algo está ahí. Observa esa emoción y siéntela aceptando que está ahí. ¡Ese es el primer paso para controlarla!
Identifica la emoción que sientes, dónde y cómo. Profundiza en ella y analízala porque seguramente te está transmitiendo información. ¿Es ira? ¿miedo? ¿Sientes una o más emociones a la vez?
No le des más poder o importancia de lo que tiene, las emociones en algunas circunstancias no son la realidad y puedes haber malentendido las cosas o suponer otras. No te dejes llevar por la emoción que tienes y hasta que estés calmado no tomes ninguna decisión o des ninguna opinión.
Si tienes ganas de llorar, llora, siente la emoción y déjala salir, de esta forma podrás liberar lo que sientes y no permitir que te sabotee por dentro. Solo ten cuidado que esta liberación no haga daño a nadie más.
Eso que sientes es temporal, aunque en ese momento pareciera que no se acaba, debes estar consciente que va a pasar, no te dejes invadir y controlar por ello.
Cierra los ojos y respira profundo, trata de calmarte. De nuevo, no dejes que te controle, practicar ejercicios de relajación te ayudará en el momentoque tengas una emoción deestas.