En plena Guerra Fría, el 3 de noviembre de 1957 la Unión Soviética mandó a la perra Laika a bordo del Sputnik 2 a un viaje del que no volvería.
Laika fue el primer ser vivo en órbita y su viaje marcó un antes y un después en la carrera espacial entre la URSS y Estados Unidos, la gran protagonista de la Guerra Fría.
Viaje de Laika
La perrita estaba alojada en una cápsula, provista de comida y agua. El perro murió durante el vuelo, se estima que entre 5 y 7 horas después del lanzamiento.
Al parecer fue por estrés y sobre calentamiento, aunque se suponía que debía vivir alrededor de una semana.
A pesar del hecho de que Laika no lograra salir con vida, el experimento confirmó que una criatura podía sobrevivir al lanzamiento orbital y a la ingravidez.
Tras el viaje de Laika, la URSS no dejó de poner en marcha estas misiones y al menos fueron enviados 12 perros más al espacio. Cinco de ellos regresaron con vida.
Posteriormente, los primeros animales, que pudieron regresar con vida de este tipo de vuelos fueron las perras Belka y Strelka.
Laika se convirtió en todo un ícono mundial, hasta se le realizó una canción para hacerle un homenaje.
Fueron producidas innumerables tarjetas postales, la marca de cigarrillos ‘Laika’, cajas de fósforos, cajas de dulces, sellos, alfileres, calendarios, todos con el retrato de Laika.