*Foto de portada vía Facebook «Creative Growth Art Center» (La artista Kim Clark con una de sus obras de arte)
En 1974, dos artistas decidieron reunirse en una casa en Okland, California. Colocaron una mesa con pintura, pinceles y otros materiales en el garaje y reunieron a un grupo de personas con discapacidades para que se expresaran a través del arte. 46 años después, el proyecto de Florence y Elias Katz se desarrolló en lo que hoy se conoce como «Creative Growth Art Center», el primer y más grande estudio de arte no lucrativo para personas con discapacidad.
Ubicado en Okland, California, «Creative Growth» es un espacio en el cual muchas personas con diferentes discapacidades se expresan artísticamente cada semana.
El estudio posee las herramientas, el espacio y la inspiración que necesitan las personas para desarrollarse como artistas profesionales.
«Recuerdo la primera vez que vi la increíble producción [de obras de arte], era diferente a todo lo que había visto», comentó Tom Di María, Director Ejecutivo de «Creative Growth», a Great Big Story.
Algunos artistas no pueden hablar, ver o incluso comunicarse, pero el arte les ha dado la oportunidad de expresarse. Algunos hacen esculturas, otros pintan o dibujan, otros cosen o crean piezas con diferentes materiales como madera o lentejuelas. También diseñan y crean distintos vestuarios.
Muchos de los artistas de «Creative Growth» han exhibido su arte en diferentes exposiciones famosas como en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y San Francisco.
«[Creative Growth] es diferente a otros lugares y muchas personas no lo creen. Creen que tienen que haber doctores y otras cosas para que funcione», comentó Tom.
Este estudio les da la libertad a muchas personas de expresarse y de hacer arte. Son tratados como ser humanos, son respetados y su trabajo es valorado como el del resto de artistas.