Entre vacaciones y actividades religiosas. Estamos viviendo la Semana Santa en su apogeo, muchos se encuentran de viaje a estas alturas, y otra gran cantidad esta preparando maletas. Los veraneantes se movilizan a los puntos más interesantes de nuestro país, lleno de actividades interesantes y únicas de la época. Otra gran parte de la población decide pasar un tiempo en su lugar de origen, rodeado de tradiciones y costumbres propias de la región, recordando viejos tiempos y compartiendo con familia Cercana. Por último, hay un numeroso grupo de personas que se entrega fervientemente a las actividades religiosas propias de la Semana Mayo, en la que participan desde las tradicionales procesiones y rezos en las parroquias locales o en servicios religiosos. Independientemente de la religión, Muchas personas de fe se encuentran activas en estos días viviendo la conmemoración de la pasión y muerte de Jesucristo.
Una semana vivida solo en actividades
Entre tantas actividades, es posible vislumbrar como la sociedad se divide en distintos intereses que responden a las necesidades personales de cada cual, viviendo estos días unicamente inmersos en actividades, pero cabe la pregunta, ¿qué queda tras todo esto? La semana Santa como bien ya se ha dicho es motivo de múltiples interpretaciones y actividades, pero la Semana Santa debe ser un momento más especial, más allá de cualquier interpretación religiosa, la semana santa es el momento idóneo para replantear nuestras ideas y evaluar nuestras acciones. No todos los días se tiene la oportunidad de tener una cantidad de tiempo libre para ordenas nuestras ideas.
Y es que mucho se habla e incluso se hacen chistes y “memes” sobre la reflexión en este tiempo, quedando como lo último por realizar, incluso si se realizan actividades religiosas, no se llega a una interiorización del acto, queda más de una manera superflua y netamente práctica de la actividad, limitándose al ejercicio de la tradición. La semana santa deber ser algo más, independientemente de tu punto de vista en cuanto a las cuestiones religiosas, todos como seres humanos poseemos un espíritu y un ser que necesita periódicamente perfeccionarse y revisarse así mismo para reafirmarse, quizá sea una buena idea, tomar algo del tiempo que nos brinda este descanso de la rutina cotidiana para acercarnos un poco más hacia nosotros mismos y averiguar lo que hemos estado construyendo de nosotros mismos.
