Dormir debería ser sinónimo de descanso, pero muchas personas han experimentado esa extraña sensación de “caer al vacío” justo cuando empiezan a dormir. No se trata de una pesadilla, sino de un fenómeno muy común que incluso puede hacer que despiertes de golpe con el corazón acelerado.

La caída repentina al dormir es común y, por lo general, corresponde a una reacción natural del cuerpo (Imagen con fines ilustrativos: Freepik)
El famoso “salto” al dormir
Este movimiento involuntario, es conocido como sacudida hípnica o mioclonus nocturno, ocurre en el momento en que el cuerpo comienza a relajarse, el ritmo cardíaco baja y la respiración se hace más lenta. El cerebro, al notar ese cambio repentino, lo interpreta como una caída y envía una señal a los músculos que provoca el sobresalto.
Según especialistas, sucede con más frecuencia en quienes se duermen rápido, y se estima que alrededor del 70% de la población lo ha sentido alguna vez. Normalmente no representa un problema de salud, pero si la sensación es constante, lo recomendable es consultar con un médico.
Factores que influyen y cómo prevenirlo
Aunque suele ser inofensivo, hay ciertos hábitos que aumentan la probabilidad de sentir esta caída al dormir, como el estrés, la ansiedad, el consumo de alcohol, cafeína, tabaco, realizar ejercicio intenso antes de descansar o incluso tener una mala postura al dormir.
Los expertos sugieren crear una rutina de sueño estable, evitar bebidas estimulantes en la noche y realizar técnicas de relajación. Dormir al menos 7 u 8 horas, cenar ligero y dejar de lado pensamientos negativos también ayuda a reducir estos episodios.

Un buen descanso reduce la sensación de “caída” al dormir y favorece un sueño más reparador (Imagen con fines ilustrativos: Pexels)
Lo que ocurre en tu cerebro y músculos
La explicación científica es que, en la transición de la vigilia al sueño, el cerebro aún se mantiene activo y puede malinterpretar la relajación muscular como una caída. Como respuesta, envía impulsos nerviosos que provocan contracciones en los músculos, especialmente en las piernas, generando esa sensación.
Lejos de ser algo peligroso, este mecanismo funciona como una especie de “alarma” del cuerpo para comprobar que todo va bien y que la posición es la adecuada para dormir con seguridad.
En conclusión, esa caída repentina mientras duermes no es más que una reacción natural de tu cuerpo. Sin embargo, mantener una buena rutina del sueño es clave para un descanso profundo y saludable.
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