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El exabogado del exfutbolista guatemalteco Marco Pappa, Juan Pablo Gutiérrez Paz, fue capturado el pasado 18 de junio por delitos de violencia contra la mujer en su manifestación física en el ámbito privado y violencia contra la mujer en su manifestación psicológica en el ámbito privado.
Su esposa, la cantante y médico Flaminia Villagrán, denunció los hechos a las autoridades y semanas después de su captura publicó un video a través de sus redes sociales agradeciendo el apoyo e informado que ella y sus hijos se encuentran bien.
«Gracias a Dios estamos bien. Nos hemos estado cuidando mucho y estamos tomando las medias del caso. Quiero agradecer también a las entidades que nos han estado apoyando con todo», expresó la guatemalteca.
Flaminia aseguró que está recibiendo apoyo profesional e hizo un llamado a que no se tolere ningún acto de abuso en cualquiera de sus manifestaciones.
«[El abuso] es mucho más común de lo que nosotros creemos y la vergüenza [que las víctimas sienten] tiene que ver con cómo nosotros como sociedad tratamos a estas personas», comentó Flaminia.
La cantante y médico compartió un mensaje en solidaridad a las víctimas de abuso:
“Siempre encuentren formas de ser independientes. Sigan sus sueños, sus pasiones, porque eso les da mucha fuerza a la hora de tener que tomar decisiones. Les da valor y valentía. Yo, gracias a Dios, tengo mi carrera, tengo mi trabajo y, contrario a lo que muchos dicen, siempre he sido independiente. He sido la que he llevado los gastos de mi casa y de mis hijos. Entonces, a las mujeres, les digo que no tengan miedo a ser profesionales. Seamos fuertes.”
El hermano de Flaminia, Rodrigo Villagrán, compartió un mensaje en las redes sociales suplicándole a su hermana que no regrese con su esposo. Asimismo, indicó que esta no es la primera vez que agrede a Flaminia; mencionó que en otras ocasiones la ha enviado incluso al hospital y también ha agredido a sus hijos.
«Desde que se juntó con Juan Pablo, él como buen psicópata manipulador nos apartó de su vida. Justo el apartar a una persona completamente de su familia es un rasgo evidente de este tipo de personas. Sólo le podíamos hablar en un par de ocasiones al año y llegó a un punto que cuando nosotros le escribíamos algún mensaje, él lo contestaba», compartió Villagrán.
Es muy común que las víctimas no identifiquen lo que les pasó por lo que realmente es: un abuso. Muchas veces se debe a que los abusadores los manipulan de tal forma que les hacen creer que lo que les pasó fue su culpa o también tratan de normalizar sus acciones.
Decir por primera vez (aunque sea a ti mismo): “Fui abusado físicamente, emocionalmente y/o sexualmente”, es el paso más importante.
Sentir vergüenza es normal; lastimosamente, el abuso te hace sentir “sucio” o como “si algo está mal contigo”. No importa qué te haya sucedido tu valor no depende de ello.
Ten la valentía de contarle lo que te pasó a alguien que pueda ayudarte. Si esa persona no te cree, cuéntaselo a alguien más hasta que te crean. Recuérdate que muchas veces nuestros seres queridos también son engañados por los abusadores.
La denuncia no solo evitará que vuelvas a ser víctima de tu abusador, sino que evita que otras personas también sean afectadas por la misma persona.
Decirlo es liberador y es el primer paso para sanar, pero no te puedes quedar ahí. Hay un nuevo amanecer para ti, solo necesitas recibir la ayuda adecuada para poder sanar esas heridas que te siguen atando.
