*Foto de portada vía Ben Ryan
Así como casi todo en la vida, la tecnología puede hacer daño y ayudar a los demás. En esta historia, la tecnología no actuó como antagonista, al contrario, fue la heroína. Gracias a ella, dos hermanos se pudieron dar su primer abrazo.
Jacob Scrimshaw es un niño británico de 5 años que nació sin su brazo izquierdo, una malformación que no le impidió llevar una vida normal hasta que entró a la escuela.
En casa no le hacían preguntas incómodas, ni lo molestaban por no tener una extremidad. Podía jugar, divertirse y ser él mismo, pero en la escuela no sucedía lo mismo. Así fue como el pequeño Jacob se dio cuenta que no podía hacer las mismas acciones y gestos que sus compañeros, algo que estaba comenzando a afectarle.
Cuando sus padres, Gemma y Chris, se percataron de lo que estaba sucediendo, acudieron a un grupo de médicos para encontrar una solución. Iniciaron una recolecta en la plataforma GoFoundMe y se contactaron con la empresa Ambionics.
Ambiotics fue creada por Ben Ryan a raíz de que a su hijo recién nacido le tuvieron que amputar un brazo. La empresa se dedica a fabricar prótesis a medida empleando la tecnología más avanzada.
Con la ayuda de Ben y las donaciones de cientos de personas, Jacob obtuvo una prótesis.
Lo que nadie se esperaba era que su primera reacción, después de colocarle la prótesis, fuese abrazar a su hermano menor por primera vez.
Este fue un momento que jamás se le olvidará a sus padres y mucho menos a Ben Ryan.