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¿Haz escuchado el dicho «lo barato sale caro»?. En este caso se le cumplió a un hombre de China que era dueño de una reliquia de 3,000 años de antigüedad.
El hombre decidió poner su tesoro antiguo en venta y encontró un comprador que le ofreció por ella 985,000 dólares. El individuo decidió mandar la reliquia con sus documentos en un correo ordinario.
El objeto debía viajar a un destino muy lejano del mismo país y decidió que el correo ordinario era la mejor opción para enviarlo, ya que se podría ahorrar algunos dólares.
Cual fue la sorpresa del hombre que el envío que costo 130 dólares , le podría costar la perdida completa de la reliquia y del dinero que el interesado daría por ella.
La reliquia llego totalmente destrozada. Lo único que podrá recuperar el hombre son 4,300 dólares, cifra que paga la compañía por este tipo de incidentes.
Los medios de China no han difundido la identidad del comprador, pero se supone que es un nuevo adinerado de esos que han florecido en ese país por la apertura económica.
