Padecer la enfermedad del cáncer es muy fuerte porque es una batalla que no siempre se gana como esperaríamos todos, es decir lograr superar la enfermedad y el proceso que implica el tratamiento porque esto es como recuperar la vida y para aquellos que lo han logrado son un gran testimonio de fortaleza.
Sin embargo, muchas veces cuando alguien muere de esta enfermedad pareciera que no han logrado superarla; los que quedamos solemos referirnos a los que mueren por cáncer como «perdió la batalla»
Los seres humanos sabemos que algún día, a lo que llamamos vida, llegará a su fin, pero para los que creemos en un vida eterna, albergamos la esperanza que la muerte es un paso importante para encontrarnos con Dios y disfrutar de una paz eterna.
Queremos compartir esta historia, la historia de nuestro gran amigo llamado Jorge, quien para muchos de los que estamos en El País de los Jóvenes es recordar a un joven héroe y fuerte de espíritu.
El nos enseñó a todos algo más que sabiduría, nos mostró que el amor hacia Dios se respira hasta en el último momento.
Quién era Jorge:
Describir a Jorge es fácil pues su personalidad era clara, franca y verdadera, no era del tipo de gente que escondía nada; de temperamento alegre, dinámico, que buscaba comerse el mundo con buenas acciones, con muchos sueños, un gusto enorme por la música, el deporte, la diversión sana, un buen estudiante universitario, buen hijo y gran amigo.
Una noticia devastadora
Un dolor muy fuerte en los dientes dio la alerta que algo no andaba bien, aunque en un principio las cordales fueron sustraídas pues éstas son las causante de dolores insoportables para cualquiera, la molestia continuaba.
Un día, hablando con su jefe, Jorge le comenta que no se sentía bien, que ese dolor era persistente y que además le había aparecido algo raro a un costado de su rostro, como una especie de lunar. Continuó con la visita a otros médicos para tener otras opiniones, hasta que alguien le dijo, hay una posibilidad que sea un cáncer.
Para nadie es fácil recibir estas noticias y menos para un jovencito de 25 años a quien en un instante le cambió la vida. En ese tiempo él comentó que al salir del médico y tomar su carro para iniciar ese camino se hizo interminable, mil cosas pasaron por su mente, la vida le pasaba por delante, desde asimilar la noticia, enfrentar la enfermedad tanto a nivel personal y lo que a él le preocupaba más ¿cómo abordarlo con su familia?
Este era el tipo de cáncer que padecíaSignos y síntomas del cáncer de piel tipo melanoma
Cualquier lunar, llaga, protuberancia, imperfección, marca o cambio inusual en el aspecto o la sensación de un área de la piel podría ser una señal de melanoma u otro tipo de cáncer de piel o una advertencia de que puede producirse
Posibles señales y síntomas del melanoma
La señal más importante para el melanoma es algún lunar nuevo en la piel o uno existente que haya cambiado en tamaño, forma o color. Otra señal importante es algún lunar que luzca distinto a los otros en su piel (conocido como el signo del patito feo). Si presenta cualquiera de estas señales, acuda a su médico para una revisión de la piel.
La regla ABCDE es otro método para identificar las señales habituales del melanoma. Permanezca alerta y notifique a su médico si observa lunares que tengan cualquiera de las siguientes características:
A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no corresponde a la otra mitad.
B de Borde:los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
C de Color:el color no es uniforme y pudiera incluir sombras color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.
D de Diámetro:el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (alrededor de ¼ de pulgada o aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz), aunque los melanomas algunas veces pueden ser más pequeños que esto.
E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando.
Los melanomas en etapa IV son a menudo difíciles de curar, debido a que ya que se han propagado a ganglios linfáticos distantes o a otras áreas del cuerpo. Los tumores en la piel o los ganglios linfáticos agrandados que producen síntomas a menudo se pueden extirpar mediante cirugía o se pueden tratar con radioterapia.
Entender que le pasó a Jorge es lo que te explicamos anteriormente, los melanomas era una etapa IV.
Jorge enfrenta el proceso
No es fácil para ninguna persona que lo está padeciendo, pero tampoco para los seres queridos y amigos que están alrededor. Es algo que impacta a todos y la forma de enfrentarlo, no es sencillo, no hay una receta, o por más que se trata de fortalecer a todos los involucrados, el dolor se hace presente.
Los exámenes médicos, operaciones, medicamentos, la recuperación después de tratamientos, todo se torna sumamente complejo y desgastante tanto para el paciente como la familia y amigos.
El caso de Jorge es de aquellos casos que en un corto plazo fue notorio el deterioro físico, ver cómo se consumen las fuerzas desconsuela. Pero maravillosamente Jorge mantenía su postura de «confiar en Dios inquebrantablemente».
Y no es que él no haya tenido momentos en los que flaqueara y preguntara ¿por qué a mi? pero aunque estuviera desgastado y cansado había algo en él que lo fortalecía internamente.
Dentro de sus conversaciones se hizo presente esta frase:
Jorge murió luego de 10 meses de haber encontrado el cáncer, fue un corto tiempo, a pesar de todos los esfuerzos médicos y las oraciones, la enfermedad estaba muy avanza y no dio ningún síntoma adicional a aquel pequeño lunar y el dolor de los dientes.
Hoy quienes tuvimos la dicha de conocerlo entendemos su frase. Para él llegar a cerrar esta etapa era importante porque era como concluir su vida en este espacio que nos da Dios e iniciar de otra forma su presencia.
Las personas no se van si se les recuerda:
Jorge no se ha ido de la mente y el corazón de nadie de los que lo conocieron y a eso se le puede llamar legado, porque cada persona que pasa por esas situaciones y no logran sobrepasar esta enfermedad, deja una historia de vida increíble, donde demuestran su lucha, esfuerzo por salir adelante y también su fe.
NUNCA digas que alguien perdió la batalla contra el cáncer
Es todo lo contrario, estas personas son verdaderos guerreros de vida, que sobrepasan a sus propias fuerzas por salir adelante.
Quizás la enfermedad, el dolor y el sufrimiento sin decirlo ofrecen a los que quedamos en este mundo y que tenemos la dicha de estar sanos la posibilidad de aprender a agradecer cada momento, de ser hombres y mujeres de FE. Así como Jorge, él agradeció la vida y las alegrías que Dios le dio hasta el último suspiro, por eso nunca se vio como alguien que fue derrotado.
Amigo , tu mensaje fue recibido y tu recuerdo perdura indeleble en todos los que tuvimos la dicha de conocerte. Y no dudamos que cuando expresaste que «sólo salías de eso, estarías con nosotros» fue un gran verdad.