Entre los miles de negocios afectados por la pandemia del coronavirus (COVID-19), está la empresa de flores de un joven francés que no ha logrado vender nada por semanas. Como sus flores corrían el riesgo de marchitarse, encontró la mejor solución para no desecharlas a la basura: adornar el cementerio.
«Esta mañana decidí preparar un camión de mercancías, no para ir al mercado, ni para ir a los jardines de Beausoleil. No hay razón porque todo está cerrado», relató el joven, Romain Banliat, en Facebook.
«Así que pensé: ‘¿Qué puedo hacer con esta mercancía que lamentablemente corre el riesgo de ir a la basura y sabiendo que ahora mismo estamos en contención?’. Así que me permití florecer las tumbas del cementerio Plerguer», contó Banliat.
Banliat explicó que muchas personas llevan flores a las tumbas de sus seres queridos todas las semanas y que por la cuarentena esto no es posible. Por ello, sintió que era lo mejor que podía hacer con sus flores, en lugar de tirarlas a la basura.
«Entonces, sabiendo que las familias, algunas de las cuales son mis clientes, no podrán meditar en este momento, me permití florecer las tumbas. Creo que en momentos como estos, tienes que estar realmente unido», mencionó.
El joven francés le contó a Le Telegramme que tenía entre 400 y 500 flores en su negocio y que debía actuar rápido, antes de que se marchitaran.