José Enrique Del Cid Reyes, conocido como Kike del Cid, es un modelo, estudiante e influencer guatemalteco. Desde niño mostró su amor por los medios. A los siete años ya participaba en comerciales de televisión, concursos de baile y oratoria. Así daba los primeros pasos hacia la carrera que hoy lo posiciona como uno de los jóvenes más influyentes del país.
Su pasión lo llevó a prepararse profesionalmente con estudios en actuación y locución. Obtuvo un diplomado en producción cinematográfica, además de formación en conducción de radio y televisión. Con el paso del tiempo, Kike trasladó su talento al mundo digital. Así, se convirtió en un creador de contenido que busca inspirar a las nuevas generaciones.
En Instagram, acumula más de 243 mil seguidores. Pero su verdadero salto a la fama llegó con TikTok, donde supera los 3 millones de seguidores. Suma más de 151 millones de “me gusta” gracias a su contenido.
“Voy a misa todos los días”: la rutina que cambió su vida
Durante un reciente episodio del Backfocus Podcast, titulada “Esta es la razón por la que VOY A MISA TODOS LOS DÍAS”, Kike del Cid compartió un testimonio que tocó a millones de personas. El joven reveló que asistir a misa diariamente se ha convertido en el pilar de su bienestar espiritual y emocional. Esto sorprendió a muchos, ya que no lo esperaban de un influencer con una agenda tan ocupada.
“Fíjate que voy a Misa todos los días”, contó Kike entre risas, recordando la sorpresa de quienes no creen que un joven como él mantenga ese hábito. “Todos se ríen: ¡No, estás loco, bro! No puedes ir a Misa todos los días”.
El creador de contenido explicó que su disciplina espiritual va de la mano con su rutina profesional. Sus mañanas comienzan con la grabación de videos para TikTok. Al mediodía asiste a misa, y después aprovecha para ejercitarse en el gimnasio. Más tarde, regresa a casa y se dedica a trabajar en sus proyectos. Continúa con la producción de su música y la creación de nuevo contenido, logrando así un equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu.
Sobre su rutina de asistir a misa diariamente, Kike comenta con entusiasmo: “Me ha cambiado la vida, es una cosa extraordinaria, muy buena. Da una cosa que yo salgo vitaminado, pero así te lo juro”.
Kike asegura que escuchar mensajes positivos cada día le ha ayudado a mantener una mentalidad más empática y consciente:
“Y tanto escuchar ‘haz el bien, haz el bien, sé bueno con las personas’, que sí te pega, en algún momento te pega.”
Un ejemplo de fe en tiempos digitales
Para Kike, la Eucaristía diaria no es solo una costumbre, sino una experiencia profunda que le permite reconectarse con su fe.
Con entusiasmo, comenta sobre lo que significa para él recibir la Eucaristía todos los días: “Me ha cambiado la vida, es una cosa extraordinaria, muy buena. Da una cosa que yo salgo vitaminado, pero así te lo juro”.
“Es una cosa espectacular”, dice sobre la presencia de Cristo en el sacramento.
Agrega que se siente muy agradecido por poder asistir todos los días a misa, ya que reconoce que muchas personas tienen jornadas laborales extensas y no cuentan con esa oportunidad.
“Le doy gracias por darme la oportunidad, porque imagínate, un chavo de veintitantos años que esté todos los días en la iglesia y que, aun así, bendito sea Dios, tenga el sustento económico… es muy complicado.”
Además, revela que ha descargado aplicaciones para leer un salmo diario, lo que le ayuda a llenarse de aliento y fe.
Recalca que no se considera una persona santa, pero destaca que lo importante es caminar de la mano de Dios y esforzarse por ser una buena persona.
Su testimonio rápidamente se volvió viral gracias a un TikTok que él mismo compartió, donde publicó un fragmento del podcast. El video acumuló más de 40 mil “me gusta” y cientos de mensajes de apoyo por parte de sus seguidores.
Muchos seguidores le escribieron frases como: “Hermoso dar ese testimonio y más viniendo de un joven, un gran ejemplo” o “También voy a misa, al Santísimo y al gym diario, y mi vida ha cambiado”.
El influencer reconoce que no es fácil mantener este equilibrio, especialmente siendo un joven con una carrera en redes sociales.
Su historia demuestra que la espiritualidad y el éxito digital pueden coexistir. Kike del Cid es prueba de que la fe no está reñida con la modernidad. Al contrario, puede convertirse en una fuente de energía y motivación para alcanzar los sueños.
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