No es extraño escuchar de vez en cuando quejas acerca de dolores en varias partes del cuerpo y por lo regular pensamos que son producto de la tensión nerviosa y el stress del día a día.
Sin embargo, muchas veces no tiene que ver con ello sino más bien se relaciona con hábitos relacionados a sentarse bien, pararse de tal o cual forma; es decir, aspectos relacionados con la postura.
Mayo Clinic, nos proporcionó información interesante acerca de los beneficios que tiene para la salud una postura adecuada de tu cuerpo.
La mala postura puede tensionar los músculos de la parte posterior de la cabeza, del cuello, de la parte superior de la espalda y de la mandíbula. Eso puede presionar los nervios cercanos y provocar lo que se conoce como dolor de cabeza tensional o dolor de cabeza por espasmo muscular.
El dolor y la tensión o la rigidez en la espalda y en el cuello pueden deberse a lesiones u otras afecciones tales como artritis, hernia de disco y osteoporosis, pero la mala postura también suele contribuir. Aunque casi nunca sea mortal, el dolor de espalda y de cuello pueden volverse crónicos y disminuir la calidad de vida.
La debilidad muscular, la rigidez, la falta de equilibrio, la falta de flexibilidad y la mala alineación de las caderas, las rodillas y los pies pueden impedir a la rótula deslizarse suavemente sobre el fémur. La fricción resultante puede provocar irritación y dolor en la parte delantera de la rodilla, afección conocida como dolor femororrotuliano. La mala alineación del pie y del tobillo también puede desencadenar una fascitis plantar, afección en la que se inflama la banda gruesa de tejido que conecta el talón con la región metatarsiana (fascia plantar) y provoca dolor en el talón.
El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que conecta la parte superior del brazo con el hombro. La tensión, la debilidad o el desequilibrio muscular que derivan de la mala postura pueden irritar los tendones del manguito rotador y producir dolor y debilidad. Una postura encorvada e inclinada hacia adelante también puede provocar el pinzamiento de estos tendones.
En última instancia, esto puede dar lugar a un desgarro en el tejido del manguito rotador, lesión que es más grave y puede causar tanto dolor como debilidad importantes y limitar la capacidad para realizar las actividades diarias.
Una postura con la cabeza inclinada hacia adelante puede tensionar los músculos que se encuentran debajo del mentón y sobrecargar la articulación temporomandibular. Esto podría generar dolor, fatiga y un chasquido en la mandíbula, además de dificultad para abrir la boca, dolores de cabeza y dolor de cuello.
Los malos hábitos posturales pueden restringir la caja torácica y comprimir el diafragma. Esto puede reducir la capacidad pulmonar y provocar una respiración poco profunda o dificultosa, fatiga y falta de energía, lo que puede afectar la productividad general.
La prueba de la pared puede ayudar a descubrirlo:
¡Inicia ya a cuidar tu postura y sé más saludable!