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El fallido golpe de Estado en Turquía ha dejado más preguntas que respuestas, no solamente para el país, también para el resto del mundo. Sin embargo, existen puntos claves los cuales son importantes para entender el porqué de lo sucedido y cómo afecta esto al mundo.
A pesar que no está claro por qué se comenzó el golpe de Estado o quienes fueron los líderes del mismo, Turquía es un país que se encuentra dividido en estos momentos. Esto debido a su presidente Recep Tayyip Erdogan, quien es un personaje un poco conflictivo y si a esto se le suma la guerra de sus vecinos en Siria, el caos puede que esté cerca.
Para comenzar, Turquía tiene una posición estratégica en esa parte del mundo, ya que conecta a Europa con Asia (Turquía tiene frontera con Grecia y Bulgaria).
Por otro lado, es uno de los miembros más importantes de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), la cual es una alianza militar en la que varios países acordaron la protección de los miembros de esta alianza, de cualquier amenaza externa.
No obstante, quizá el punto clave en todo esto es Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, ya que desde su llegada al poder en 2014, la nación completa se ha visto dividida, debido a su postura autoritaria en un sistema que es supuestamente democrático.
Desde que llegó a la presidencia, ha tratado de realizar cambios constitucionales para adquirir más poder y el golpe de Estado es la excusa perfecta para comenzar a formar un régimen más autoritario, lo cual ha generado desconfianza en el resto del mundo.
En 2011, Erdogan comenzó el apoyo a las fuerzas militares islamistas y al llegar al poder, Turquía se ha visto involucrada en gran parte en la guerra en Siria.
Los países de Occidente todavía ven a Turquía como factor importante para solucionar el conflicto que se vive en Medio Oriente. Sin embargo, si a la guerra de Siria se le suma la inestabilidad de Turquía, los problemas terminan siendo globales.
Su importancia actualmente yace en que es un puente entre dos continentes, sirviendo como unos de los filtros para controlar la inmigración que la guerra ha creado. Sin embargo, el apetito que ha presentado Erdogan por inmiscuirse en la guerra de Siria, al punto de restablecer relaciones con Israel, ha generado diversas interrogantes, ya que esto puede ser un movimiento estratégico del presidente para fortalecer su régimen y comenzar a expanderlo.
