«El único responsable del abuso es y siempre será el abusador», afirmó Julia Bondanza durante una entrevista con El País de los Jóvenes como parte de la campaña #NoMásHistoriasdeAbuso. Sin embargo, la psicopedagoga guatemalteca resaltó que como sociedad tenemos la responsabilidad de crear estructuras que eviten las condiciones propicias que permiten que estos horribles hechos sucedan.
Bondanza explicó es es necesario tener en cuenta distintos factores que conllevan a un acto de abuso, como entender específicamente qué acciones y comportamientos entran dentro del marco de un abuso sexual, cuál es el contexto del abusador y la víctima, qué signos presentan los menores y qué se puede hacer para prevenir el abuso sexual.
«Lamentablemente como sociedad tenemos esta tendencia de siempre ir sobre la persona abusada… ¿cómo estaba vestida? ¿qué hacía a esa hora? ¿por qué estaba ahí?», comentó Bondanza.
La responsabilidad de prevenir un abuso sexual se le ha dado a los menores de edad, cuando son los adultos los responsables de construir las bases para que los abusadores tengan la menor oportunidad de abuso.
«Cuando nos referimos a niños, niñas o adolescentes simplemente están en su casa, con su familia, en donde deberían darles protección. Aún así la gente encuentra motivos para culparlos y disminuir la responsabilidad del abusador», explicó Bondanza.
Perfil del abuso sexual y condiciones que favorecen el abuso
Usualmente los abusadores suelen ser personas que también sufrieron cualquier tipo de abuso, ya sea emocional, físico o sexual. Bondanza afirmó que los abusadores no tiene cura, a pesar de que se les puede tratar para que paren de cometer estos delitos.
«Hay una amplia gama de posibilidades que pueden detonar que la persona se conviertan en un abusador, pero no depende exclusivamente de una persona, porque existen condiciones que las familias pueden tener que hagan que a los niños más vulnerables«, informó Bondanza.
Se debe tomar en cuenta que el abusador, ya sea hombre o mujer, planea el crimen y todo su enfoque cognitivo está concentrado en cumplir su meta. Es por ello, que es crucial no brindarle las condiciones perfectas para que pueda salirse con las suyas.
Asimismo, la guatemalteca recalca que el abusador debe enfrentar un proceso legal para que asuma la responsabilidad de sus actos y para que como sociedad también seamos conscientes de esta problemática.
«Hay mitos que tenemos que quitar respecto al abusador porque solemos decir que es un ‘enfermo mental’, pero si nosotros usamos esa frase lo que estamos haciendo es disminuirle la responsabilidad en el acto», mencionó la psicopedagoga.
Definir e identificar un abuso
Un abuso sexual infantil es cualquier práctica sexual -que pueden ir desde tocamientos, exposición de los órganos sexuales, masturbarse o tener relaciones sexuales frente a un menor, hasta violaciones- impuestas por un adulto, independientemente de la forma en que se ejerza la coerción (violencia física, manipulación, amenazas, abuso de confianza, etc.).
«El abuso sexual sobre todo es algo que afecta la toda la realidad de la persona porque la despoja de lo más valioso que tenemos que es la voluntad, la libertad y la posibilidad de ser dueños de nosotros mismo; va más allá del placer sexual que experimenta el abusador en el momento, derrumba toda la construcción de la persona abusada«, indicó Bondanza.
Siempre se debe tomar en cuenta lo que el niño, niña o adolescente expresa verbalmente; hay que creer ciegamente en los menores y no acusarlos de mentirosos.
«Ningún niño que ha sido expuesto a un abuso se va a inventar esta situación. Apunten a lo peor porque no hay exageración cuando se trata de proteger la integridad de alguien», dijo Bondanza.
Asimismo, podemos identificar señales físicas y emocionales y cambios de conducta, como: golpes, raspaduras, herpes, volver a mojar la cama, pesadillas, herpes, infecciones vaginales o anales, episodios de violencia o cualquier signo fuera de lo normal.
También es importante tomar en cuenta si existe alguno de estos cambios de conducta o señales cuando algún pariente, amigo o conocido está cerca del menor. Por ejemplo, el menor presenta cuadros de fiebre antes de ir a un lugar donde podría estar su abusado o cuando está cerca de su abusador se comporta de cierta forma.
«Nunca callen»
Bondanza mencionó que sin importar a qué edad se da el abuso, siempre es algo que afecta muchísimo a las personas e incita a las víctimas a buscar ayuda profesional para poder superar lo sucedido.
La guatemalteca indicó que los padres de familia, o encargados de los menores, deben establecer medidas importantes para poder prevenir un abuso, más allá de explicarle a los niños cómo pueden prevenirlo por sí solos. Por ejemplo, deben ofrecer un ambiente seguro, establecer vínculos de confianza y comunicación y respetar las decisiones de los menores.
«Todas medidas que tomen para cuidar a sus hijos son válidas», expresó Bondanza.
Para concluir, Bondanza resaltó lo importante que es creerle a los menores y dar a conocer los hechos para que no vuelvan a darse de nuevo.
«Nunca callen; una vez corroboren esta situación por favor no la callen nunca, porque [si lo hacen] ese abusador que ya cometió el abuso lo va a cometer de nuevo.»
Mira la entrevista completa con Julia Bondanza
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