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Leyendas y mitos parte de la tradición de Guatemala

octubre 26, 2017
Vida
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En todo país es parte  de su cultura los mitos y leyendas que se van heredando de padres a hijos, que nunca se han podido verificar pero que están ahí, resonando en un época del año más que la otra o en las noches donde quieres pegarle un buen susto a tus hermanos o tus amigos.

En Guatemala existe una serie de personajes que hasta hoy rondan en nuestra mente cada vez que visita lugares como Antigua Guatemala, Sololá, los antiguas calles de la zona 1 de la ciudad capital y en realidad toda el área rural en donde se encuentran lagos, hondonadas, abismos, bosques,etcétera.

Quizás una de las leyendas más sonadas en Guatemala que forman parte también de las leyendas de los países Centro Americanos es “La Llorona”

Te dejamos a continuación la historia de “La Llorona” y nos encantaría saber qué nombre le dan en otros países, ayúdanos a averiguarlo, dejando tu comentario.

Leyendas

“La Llorona”

Cuenta la leyenda que existía una mujer mestiza, hija de padres comerciantes, de alta sociedad, muy hermosa. Muy joven se casó con un hombre rico que por sus negocios viajaba constantemente dejándola sola con las amas de llaves.

En una ocasión el esposo le anunció que su viaje iba durar mucho más que las veces anteriores pero que después de eso le dedicaría toda la atención a ella. María, era el nombre de la hermosa mujer; se sentía cada vez más sola, aunque sus padres la visitaban, pasaba los días sin tener con quien hablar más que con la ama de llaves que se convirtió en su confidente.

Un día hubo necesidad de llamar al herrero para remozar varias cosas de la casa, así que ya era sabido que don Juanito era el idóneo. Sin embargo, él ya estaba entrado en años así que decidió encomendarle la tarea a su hijo Juan de la Cruz; un mozo de aproximadamente 22 años, con la tez morena y los ojos color ambar.

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Así que, recomendado por su padre, Juan de la Cruz, tenía toda la confianza para entrar y salir de la casona para realizar su trabajo. Ese día llegó muy temprano para empezar a trabajar. María se mantenía encerrada en su habitación, deprimida por la ausencia de su esposo, muy pocas veces salía pero ese día el sol estaba radiante así que decidió arreglar sus rosas, los geranios y todas las flores.

Al entrar nuevamente a casa vio a Juan de la Cruz y quedó impresionada por sus ojos y el porte de aquel muchacho; ella no pasó desapercibida para Juan pues la belleza era tal que cualquiera quedaba con la boca abierta.

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Muy pronto se convirtieron en amigos.  Juan se apresuraba a realizar el trabajo y ella se vestía más linda, se integraba a la cocina para preparar bocadillos para todos. El ama de llaves notaba ciertas cosas y siendo la confidente de María no tardó mucho en solapar aquel amor.

Pero este amor estaba marcado por el infortunio. Se avistaba ya el regreso de esposo de María, a quien ella debía su respeto, la servidumbre tembló de terror solo de pensar lo que pasaría. A María le faltaba muy poco para dar a luz al fruto de su amor con Juan de la Cruz.Leyendas

La noche se tornó fría, María empezó a palidecer y de pronto estaba ya en labor de parto, uno de los mozos fue a llamar a Juan de la Cruz, apresurados llegaron a la casona pero María ya había dado a luz, la dama de compañía estaba con ataque de nervios; en cuanto vió llegar a Juan cayó de rodillas a sus pies gritando “no la puede detener, estaba como loca, se ha llevado al niño”.

Juan de la Cruz con los ojos desorbitados, corrió buscando a su amada María y al niño pero nunca los encontró.

Cuenta la leyenda que María en su desesperación por haber engañado a su marido tomó al niño y lo ahogó en el río, al darse cuenta de la atrocidad cometida su alma deambula gritando y llorando por su hijo.

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De Juan de la Cruz  solo se sabe que  fue un hombre solitario y triste.

Si en las noches sopla un viento fuerte y sientes un frío que te paraliza, pon atención, pues el viento lleva el grito del alma en pena de La Llorona.

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¡Ayyy mi hijo!

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