*Foto de portada vía Ahmad Al Ahmad / Anadolu Agency
Es difícil comprender cuánto ama un padre a sus hijos, hasta que se es uno. Tal vez el amor es indescriptible, pero se manifiesta en acciones que por más pequeñas que sean nos dan una idea de lo que es amar a esa persona. Como la historia de Mohammed Meri, un padre que ama tanto a su hija que le hizo dos prótesis con lo que tenía: tela, tubos de plástico y dos latas de atún.
Maya Meri es una niña de Aleppo que nació sin piernas porque tiene una enfermedad llamada amputación congénita. Gracias a la creatividad y amor de su padre, la pequeña podía movilizarse con dos prótesis creadas con tubos de plástico rellenos de tela y dos latas de atún.
«Mi corazón sufría cuando la veía arrastrarse frente a sus amigos mientras jugaba», expresó Mohammed a Matteo Carnieletto.
Mohammed comprende perfectamente a su hija porque, así como ella, él también padece de la misma enfermedad. Ambos se arrastraban en la tierra de su provincia, hasta que él decidió que no quería eso para Maya.
«Pensé en hacer algo que la protegiera de las piedras y otras cosas mientras estaba en el suelo, así que hice estas extremidades para ella», dijo su padre a The Israel Times.
En el 2018, Maya fue grabada por la prensa en un campamento en la provincia de Siria, Idlib, donde su familia se traslado. Un doctor turco vio a la pequeña con las prótesis que le hizo su padre y se comunicó con una de las organizaciones más grandes de Turquía para ayudarla.
Con el apoyo del doctor Mehmet Zeki Culcu, Maya y su padre fueron trasladados a Turquía para brindarle a la pequeña las prótesis adecuadas. A Mohammed también le dieron prótesis, pero fue un proceso más largo porque tuvieron que operarlo.
«Hay cientos de miles de personas que viven con discapacidades [en Siria], y entre ellos hay decenas de miles de niños, que desafortunadamente necesitan prótesis», dijo Culcu.