Muchos niños que son abusados sexualmente no comprenden qué es lo que les están haciendo. Al principio los abusadores los engañan y les dicen que todo es un «juego», pero cuando sus víctimas crecen y empiezan a revelarse, comienzan las amenazas y los golpes.
Cuando Jorge tenía 4 años la pareja de su mamá abusaba sexualmente de él. Empezó con toqueteo, masturbación y sexo oral. Lo planteaba como un juego y por eso Jorge no lo veía como algo malo.
Fue hasta los 8 años que Jorge empezó a sentir que algo no estaba bien. Ya no quería jugar a las «cosquillitas» y así comenzaron los golpes y las amenazas: hacerle daño a su mamá.
A esa edad su abusador también comenzó a violarlo y a enseñarle pornografía. Esto continuó hasta que tenía 13 años.
En el 2014, Jorge explotó y le contó a su madre que su pareja abusaba de él, de su primo hermano y de dos amigos. El abusador se fue de su casa, lo demandaron y unas horas después confesó todo y ahorita se enfrenta a una pena de 24 años.
Actualmente, Jorge tiene 18 años y estudia psicología. Ha tenido que pasar por varios procesos psicológicos y psiquiátricos. El camino no ha sido nada fácil, pero ahora está bien.
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