La muerte de un hijo es una experiencia devastadora para los padres; muchos tratan de realizar distintas actividades para ocupar su mente y sobrellevar el dolor, como Yi Jiefang. Para esta madre originaria de China lo que sano su corazón fue cumplir uno de los sueños más grandes de su hijo.
En el año 2000 Yi Jiefang quedó devastada cuando su hijo, Yang Ruizhe, perdió la vida en un accidente vehicular. El joven estaba estudiando en la universidad y tenía muchos sueños que quería lograr.
Con el pasar del tiempo, Yi Jiefang recordó que uno de los sueños de su hijo era reforestar la Región Autónoma de Mongolia Interior, ubicada en el norte de China. Fue así como encontró una misión no solo para sanar su corazón, sino para honrar el recuerdo de su hijo.
Actualmente, a sus 67 años de edad Yi Jiefang ha plantado más de 2 millones de árboles en la región de Mongolia Interior, la cual era un desierto.
Durante 12 años esta madre ha logrado recaudar fondos para poder hacer del sueño de su hijo una realidad. Inició vendiendo todo lo que no le era necesario para vivir y luego trabajó con mucho esfuerzo para conseguir grandes donaciones.
Yi Jiefang continúa ampliando sus metas y ahora busca reforestar ocho kilómetros cuadrados en el área de Alxa, provincia de Mongolia Interior.
«No podemos llevarnos un centavo cuando dejamos este mundo. Pero si usamos dinero para plantar árboles, se quedará en el mundo para siempre.»
Yi Jiefang