Marc Mero es un luchador profesional estadounidense que apareció en la WWE. Además es un boxeador retirado que se dedica a contar su historia alrededor del mundo y ha ayudado a miles de personas a mejorar su vida. El 14 de mayo viene a Guatemala a transmitir un mensaje de esperanza, salvación, amor y renovación.
«Es un milagro que esté vivo»
Marc Mero creció en un barrio peligroso de Nueva York. Fue criado por dos padres asombrosos que lo cuidaron lo mejor que pudieron con lo poco que tenían; su papá era su mejor amigo y su mamá era su héroe.
«Los milagros no vienen sin pruebas, tragedias y turbulencias.»
El primer suceso doloroso que tuvo fue el divorcio de sus padres. Además era abusado verbal y emocionalmente en el colegio por su ropa vieja y zapatos rotos. Marc soñaba con una mejor vida y escribía todos sus sueños en un cuaderno. «Siempre he sido un soñador; soñé por una mejor vida para mi y para mi familia,» comentó el luchador en una charla en la iglesia estadounidense River Run Church.
Su mamá tenía dos trabajos para mantener a su familia. Marc podía escuchar cómo lloraba por las noches; eso le rompía el corazón. En su cuaderno de sueños escribía metas materialistas porque creía que eso resolvería todos sus problemas. Uno de sus sueños era volverse famoso y rico para comprarle una casa a su madre.
Hizo todo lo necesario para ser campeón
Mero descubrió el boxeo y comenzó entrenar duro para ser campeón, pero dos semanas antes de su primera pelea profesional tuvo un accidente que le destruyó la nariz por completo, dejándolo incapaz de pelear por un año.
«A veces, cuando tienes mucho tiempo libre, se te presentan muchas opciones y yo empecé a hacer unas muy malas.»
Las fiestas, las drogas y el alcohol comenzaron a formar parte de la rutina diaria del luchador porque erróneamente pensó que tenía tiempo y que le quedaba un año para regresar. Empezó a salir un par de semanas, que luego se fueron convirtiendo en meses y éstos en diez años.
Sus decisiones no solo impactaron su carrera, también comenzó a tratar mal a su familia, especialmente a su hermana menor, Andrea, y a su hermano menor, Guy.
Se vuelve luchador profesional a los 30
Diez años después trabajaba construyendo piscinas en Florida y se alejó muchísimo de su familia. Ni siquiera contestaba las llamadas de us hermana, Andrea, y tampoco se molestó en presentarse a su graduación de secundaria.
Tenía 30 años cuando se le ocurrió comenzar una carrera como luchador profesional, después de ver un programa en la televisión. Empezó a prepararse en una escuela de entrenamiento y al año firmó su primer contrato como luchador profesional.
Gano fama, dinero y tristeza
Marc Mero realizó todas metas que escribió en su cuaderno de los sueños; compró una casa para su mamá y otra para él, un carro, una moto de agua y muchísimas cosas más, entre ellas: droga. Pensó que el dinero le compraría la felicidad, pero no fue así.
Tristemente, nadie es inmune a las tragedias y Marc tuvo que sufrir tres para tocar su fondo. Andrea, la hermana que tanto lo buscaba y amaba a pesar de su rechazo, murió de cáncer y años después su hermano de 21 años, con una esposa y un bebé en camino muere a causa de un golpe que se dio en la cabeza al desmayarse dos semanas después de la muerte de su su madre.
Se quería matar en Navidad
Luego de la muerte de su hermano, Guy, Marc entró en depresión y cuando llegó Navidad no tenía con quién pasarla; su hermano mayor estaba preso por un caso ilícito y su hermana mayor estaba en sobredosis de drogas y al borde del suicidio.
Marc pensó que su única salida era la muerte. Se dirigió al baño de su casa con una pistola en mano con el propósito de quitarse la vida, pero no pudo hacerlo. Su vida no podía terminar así. Cayó al suelo llorando inconsolablemente mientras le pedía perdón a Dios.
Marc Mero viene a Guatemala
Con mucho esfuerzo y dedicación Marc ahora está sobrio, convirtió en un orador motivacional y es autor de un libro. También viaja por el mundo entero contando su historia y cambiando vidas.
Marc Mero viene a Guatemala el 14 de mayo y dará un plática en el salón Gran Quetzal del Hotel Hilton a las 18:30 horas. El costo de la entrada individual es de Q325 y la entrada para dos personas tiene un costo de Q550. Las puedes adquirir en Todo Ticket.