La respuesta a esta pregunta puede ser dolorosa y a la vez pueden haber muchas causas, las reacciones de quienes lean esto puede traer hasta recuerdos muy fuertes y se pueden hacer el mismo cuestionamiento, ¿por qué a mí?
Primero hay que entender que una situación de abuso, según estadísticas, el 80% de los casos pasa con personas muy cercanas a los niños, es decir un familiar cercano o una personas que tiene todo el acceso a ellos, por consentimiento de los padres, que posiblemente sin saber que esto está pasando, les permiten toda la libertad de estar cerca de sus víctimas.
Ante un abuso, puede tener respuesta desde el tipo de relación que tiene la víctima con los abusadores
- Quien cometió el abuso esta actualmente en el hogar o en lugar donde el niño o adolescente constantemente está presente.
- El tipo de relación que se tiene o tenía con esa persona, es muy cercana y el abusador conoce muy bien a su víctima.
- Hasta qué punto depende o dependía la víctima de esa persona, o si todavía sigue con esa dependencia. La dependencia puede ser económica, sentimental, por educación, etc.
- Cuánto tiempo llevaba conociendo a esa persona, puede ser que toda la vida, por ser un padre, madre u otro familiar que conocen de toda su vida.
- Como percibía a esa persona antes de ocurriera el abuso, había cariño, respeto o miedo.
- El abusador amenazó a la víctima o todavía está viviendo ese calvario.
- Cuánto tiempo fue el abuso, una vez o por varios años.
- Se lo comentó a alguien o permaneció en total silencio la víctima por miedo a ser agredido.
Las relaciones que se dan de un abusador hacía su víctima:
Hay que tener claro que una relación de abuso, inicia con una relación de poder de abusador hacía el niño, niña o adolescente. Ese poder puede ser por fuerza física, mental, que puede ser una edad mayor a la de la víctima. El abusador puede tener muchas razones para cometer el delito de abuso, pero cualquiera que sea ese motivo, no es lo correcto, pero esta persona tiene que satisfacer de alguna manera sus impulsos sexuales con el niño.
Estos impulsos pueden ser por venganza, por recuerdos del abuso que recibió de pequeño, por satisfacción descontrolada de sexo, por querer ejercer poder y solo lo puede hacer contra un ser con menor fuerza que él y que por el daño recibido, saben que no van a hablar tan fácil.
No hay excusa para un abuso:
Es importante entender que el abuso sexual está tipificado como delito y como tal, no hay una justificación que valga para cometer este acto tan vil hacía los niños y adolescentes.
Por supuesto, las personas que abusan de los niños sexualmente están totalmente confundidas sobre lo que necesitan, por lo menos en el campo de las experiencias sexuales, no tienen claro los límites, no entienden de valores, pueden haber trastornos de infancia, pero igualmente sigue siendo un delito.
Son personas extremadamente destructivas en su búsqueda por satisfacer dichas «necesidades», una persona tiene que estar totalmente confundida y descontrolada para creer que tiene el derecho de usar a un niño sexualmente, pero vale mencionar que aparentemente están bien emocionalmente.
Además, como todos, las personas que cometen acciones dañinas, y hasta violentas, quieren percibirse como buenas personas, o por lo menos “justificar” lo que hicieron. En muchos casos, se perciben como personas que son básicamente buenas, salvo su “parte mala” que los lleva a dañar a otras personas.
Sin embargo, en casos extremos, una persona puede estar lo suficientemente confundida y creer que su conducta dañina de alguna manera es buena. Generalmente esto está basado en relaciones profundamente perturbadoras y traumáticas de su niñez, cuando llegaron a creer que solamente existen dos tipos de personas:
1. “las débiles y las fuertes”
2. “víctimas y los perpetradores”
2. “los que agarran lo que quieren y los que pierden lo que tienen.”
Recomendaciones:
Es importante mantener un ambiente de buena comunicación con tus hijos, es necesario saber qué hacen, quiénes son las personas que más se acercan a ellos, hacerles ver que sus partes intimas se deben de respetar y no ser tocadas por cualquier persona. Nunca se deben de regañar si cuentan una situación tan delicada como tocamientos, abuso o amenazas.
Es importante que se haga la denuncia, puede ser en la policía de tu localidad, si estas en Guatemala, puede ser en oficinas del Ministerio Público o en la Procuraduría General de la Nación PGN, y recuerda que si te es posible llevar abogado te ayudará mucho.
