*Foto de portada vía Daniel Neves / Instagram
Daniel Neves es un niño brasileño de 13 años que pinta y vende cuadros de santos para poder pagar su tratamiento médico, puesto que a los 8 meses de edad fue diagnosticado con poliquistosis renal, fibrosis hepática y problemas de brazo.
El pequeño Daniel ha pasado toda su vida dentro de un hospital. Cuando cumplió 5 años de edad sus riñones dejaron de funcionar y tuvo que someterse a hemodiálisis todas las semanas. Sin embargo, el pequeño encontró una forma de distraerse durante su tratamiento.
“Para que el tiempo internado pasara más rápido, comenzó a pintar hermosos lienzos que hoy se venden por un precio simbólico para pagar su tratamiento”, contó Daniel a voaa_vaquinhadorazoes, red que fomenta campañas de donación.
La madre de Daniel le dijo a iBahia que los médicos del hospital Roberto Santos notaron el talento de su hijo le le ofrecieron algunas clases de pintura.
Daniel casi siempre pinta santos católicos, pero también pintó la imagen de Nuestra Señora de los Riñones, para que la Virgen lo proteja durante la operación y guíe a los doctores.
Daniel y su madre tuvieron que mudarse a São Paulo para que él pudiese someterse a los tratamientos médicos, los cuales son bastante costosos.
“El gobierno proporciona boletos de ida y vuelta, pero los costos de viajar dentro de la capital de un hospital a otro y la comida corren a cargo de la familia”, informó la red.
Dada la situación del pequeño, su madre debe cuidarlo todo el día y no puede trabajar. Por ello, viven con un préstamo del gobierno. La red voaa_vaquinhadorazoes realizó una campaña de donaciones, para ayudarlos a recaudar el dinero necesario.
En menos de 24 horas la campaña recaudó más de 206 mil reales (38 mil dólares aproximadamente), el dinero necesario para cubrir sus gastos.
“Muchas gracias a todos que nos están ayudando con sus oraciones, financieramente, con lo que pudieron ayudar, estamos muy agradecidos por todo”, expresó la madre de Daniel.
Daniel ha vendido cuadros a distintos países del mundo, como a Mary Burrows de 80 años, quien vive en Florida, Estados Unidos, y que también debe realizarse hemodiálisis.