Los tratamientos inmuno-oncológicos estimulan las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer.
El cáncer renal y el cáncer de vejiga, dos de los tumores más comunes del tracto urinario, incrementaron su incidencia en la última década; además, cada vez son más los jóvenes que reciben el diagnóstico de estos dos padecimientos.
En Centroamérica durante 2020, el cáncer renal ocasionó al menos 3 mil 645 muertes, mientras que más de mil 690 decesos fueron consecuencia del cáncer de vejiga en la misma región. En el marco del Día Mundial del Cáncer Renal, que se conmemora cada 18 de junio, especialistas en oncología médica promueven el conocimiento de este tipo de tumores para lograr un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado.
Ante la prevalencia del cáncer en la región, la comunidad médica y científica constantemente realiza esfuerzos para investigar y desarrollar tratamientos innovadores que le hagan frente, así como fomentar información clave para generar conciencia en la población y lograr que sean más quienes acudan a revisión de un especialista desde los primeros síntomas.
En ese sentido, la alianza estratégica global entre Merck, la compañía alemana líder en ciencia y tecnología, y Pfizer, una de las principales compañías biofarmacéuticas del mundo, permite a ambas empresas aprovechar las fortalezas y capacidades de cada una para trabajar en el desarrollo de nuevas terapias inmuno-oncológicas.
El tratamiento inmuno-oncológico busca colaborar con el sistema inmunitario para combatir al cáncer, reforzando la capacidad del sistema para eliminar de forma proactiva a las células anormales y prevenir la formación de más tumores.
Para disminuir los factores de riesgo del cáncer de riñón y de vejiga es necesario mejorar hábitos en el estilo de vida; eliminar adicciones como el tabaco y el alcohol; mantener una dieta balanceada y acompañarla de ejercicio; beber por lo menos dos litros de agua al día, y prevenir el contacto prolongado con materiales como pinturas, aerosoles, metales, materiales de imprenta, textiles y combustibles.
Así, la alianza entre Merck y Pfizer busca desarrollar programas clínicos internacionales de alta prioridad, que permitan a los pacientes con esta enfermedad contar con alternativas y mejorar los tratamientos, permitiéndoles mejorar su calidad de vida.
Finalmente, se hace un llamado para estar alerta ante cualquier síntoma o malestar y acudir oportunamente al médico, quien podrá realizar un diagnóstico temprano.