*Foto de portada vía Froilán Huamán / Facebook
La conmovedora historia del peruano Froilán Huamán y su hijo Adrián, nos demuestra el inmenso amor que un padre puede tener por su hijo, sin importar las dificultades.
Cuatro semanas después de que Adrián nació, su madre lo abandonó por tener labio leporino. Ahora él y su padre viven solos en Cusco, Perú.
A pesar de todas las dificultades, Froilán ha logrado cuidar y mantener a su pequeño. No ha sido una labor sencilla, dado que tuvo que renunciar a su empleo porque no tenía quién cuidara de Adrián.
Una de las mayores preocupaciones de Froilán es que su pequeño no sea operado por falta de recursos, por ello ha compartido su historia a través de Facebook con la esperanza de conseguir el servicio gratuito.
Froilán Huamán es un padre que merece ser admirado por el amor incondicional que le tiene a su hijo y por el esfuerzo que hace para brindarle lo que necesita.