El personal médico continúa sorprendiéndonos este año con sus continuos actos de heroísmo. Los trabajadores de salud del hospital Lake Charles Memorial Hospital no solo han arriesgado su salud y seguridad durante la pandemia del COVID-19, también durante el paso del huracán «Laura» en Louisiana, Estado Unidos.
Este grupo de trabajadores decidieron quedarse en las instalaciones del hospital para cuidar a los bebés en cuidados neonatales, a pesar de las advertencias de las autoridades, quienes informaban el riesgo del huracán más fuerte del año a finales de agosto.
Los pacientes del Lake Charles Memorial Hospital fueron trasladados a otras clínicas que se encontraban en locaciones de menos riesgo, pero dicho movimiento implicaba mucho riesgo para los bebés en cuidados neonatales.
La ciudad de Lake Charles se encontraba amenazada por el huracán «Laura» que se dirigía hacia la locación con ráfagas de viento de más de 200 kilómetros por hora. El pronóstico predecía una catástrofe en la zona, pero afortunadamente no fue así.
Se creía que el hospital podía inundarse, por lo que trasladaron previamente a los 19 recién nacidos a la clínica principal del Lake Charles Memorial Hospital For Women. Los padres no pudieron acompañar a los pequeños, por lo que debieron confiar completamente en el personal médico.
Según las distintas declaraciones a los medios, se le pidió a parte del personal que se fuera a su casa, pero los trabajadores se negaron y permanecieron al lado de los pequeños.
Luego de que pasó la crisis, Alesha Alford, vicepresidenta y administradora del Lake Charles Memorial Hospital, informó que su personal había hecho un excelente trabajo a pesar de las dificultades a las que se enfrentaron.
«Es importante conocer la dedicación de todas las enfermeras y terapeutas respiratorios para seguir cuidando a los bebés cuando ni siquiera conocen el estado de sus hogares. En un pueblo pequeño como este, la gente tiene que trabajar unida. Estoy orgulloso de ellos.»
Juan Bossano, médico del Lake Charles Memorial Hospital