Desde que era un niño, hay dos cosas que Michael C. Platt ama: Martin Luther King Jr. y los pasteles. Cuando tenía 11 años se dio cuenta que podía unir ambas cosas para alimentar a los más necesitados y así, comenzó con su propio emprendimiento.
Michaels Desserts nace a raíz del deseo de Michael por ayudar a los demás, como lo hizo Martin Luther King Jr., a través de lo que más le gusta hacer: cocinar. Por cada pastel o galleta que cocina, le dona uno a una persona necesitada.
Michael visita dos veces al mes distintas locaciones para entregarles los pasteles. El adolescente de 13 años le dijo a Waco Tribune-Herald que lo que más le gusta es repartirle pasteles a los niños.
El adolescente también hornea para ayudar a recaudar dinero para organizaciones que luchan contra el hambre.
«Siempre quise tener un propósito para lo que hago», dijo. «Se trata de ayudar a las personas, no solo de tener un propósito para ti, sino de pensar: ‘¿Cómo afecta esto a otras cosas?’ .»
Su emprendimiento inició con la ayuda de sus padres, pero ahora Michaels Desserts se mantiene con las ventas. Actualmente, Michael no solo se encarga de su negocio, también estudia desde casa y tiene que lidiar con su epilepsia.
«Fue un momento muy, muy difícil», comentó su madre sobre el período posterior al diagnóstico, durante el cual Michael tuvo que restringir su actividad física. «Tenía que dejar todo lo que amaba: gimnasia, trepar a los árboles, bucear. Fue cuando se lanzó a hornear», agregó.
Este adolescente es un ejemplo de que no importa la edad o las circunstancias, podemos ayudar a los demás y al mismo tiempo hacer lo que amamos.
