El collar de ahorque es una herramienta muy conocida de adiestramiento «tradicional» del perro, su uso es para evitar que los animales jalen al caminar con sus dueños y «aprendan» a caminar al lado de la persona.
El problema del uso de este tipo de collar, es que el perro no comprende el motivo del por qué se le ahoga cuando camina y esa falta de relación le hacer estar tenso, inquieto y hasta puede generarle malestar.
El sentirse en una situación incómoda hace que el perro relacione la calle con alguna situación de estrés y eso dificulta el aprendizaje del animal.
Este método no es el apropiado para enseñar a caminar a tu perro de forma adecuada, ya que puede provocar lesiones físicas que derivan del uso del collar en su cuello, una zona especialmente vulnerable.
El uso de este método en cachorros es grave y puede ocasionar lesiones como:
- Heridas
- Tos de perrera
- Glaucoma
- Inquietud
- Estrés
- Miedo
- Sensibilidad
- Dolor
- Lesión en la tiroides
- Nerviosismo
- Agresividad
No es necesario utilizar una terapia de «shock» con los perros a la hora de enseñarles como andar por la calle con correa, lo mejor es acostumbrarlos de pequeños utilizando otros métodos como pecharas o collares normales.
Los animales si se les acostumbra, aprenden un patrón y pueden llegar a ser una excelente compañía a la hora de caminar por la calle.