¿Has sentido en algún momento que tu pareja no te aprecia, apoya y esto te lleva a tener episodios de estrés y frustración? Si tu respuesta es positiva, puede que necesites aprender a colocar algunos límites en tu vida y relación de pareja.
Pero, ¿por qué se trata de poner límites? Te dejamos estas razones:
La falta de límites en tu vida te impide tener sentido propio. Y por lo tanto, tomarás de otras personas sus sentimientos, ideas, creencias y valores, en vez de tener los tuyos propios. En este sentido, no tendrás una diferencia entre tu y tu pareja.
Esto puede llegar a ser estresante y abrumador. Las relaciones pueden ponerse tóxicas y la personas puede sentir que no tienen control de sí mismas o de cualquier situación de su vida. Como resultado, la persona tendrá la necesidad de controlar al otro y convertirse en codependiente.
Cuando estableces límites puedes evitar que otras personas tengan comportamientos inadecuados contigo. Tendrás la capacidad de dejar una relación cuando esta no funciona y además te permitirá buscar relaciones de pareja donde prevalezca el apoyo del otro hacia tu persona.
Cuando tienes límites, eres capaz de decir «no» a las cosas que no te agradan y no van en función a tus valores y te permitirá decir «si» a situaciones que son beneficiosas para ti sin sentir culpa o pensar en lo que dirá tu pareja.
Esto quiere decir que te sentirás más conectado contigo mismo y en mayor control de tu vida. Tendrás la libertad de vivir para ti, en vez de vivir por los deseos de otras personas para poder complacerlas. Y lo más importante de todo, podrás estar en una relación sana, balanceada e igualitaria.