Hay señales que gritan “¡corre!”, pero también hay otras que susurran mientras destruyen poco a poco. Entre los diversos Red Flags que se pueden presentar, no llegan con drama ni peleas, sino con frases disfrazadas de humor, con indiferencia o con miradas que duelen más que cualquier discusión. Y sí, ese es el red flag más peligroso de todos: la falta de respeto. Es esencial estar atento a estos red flags y actuar.
No se trata solo de insultos o gritos. Es esa broma que te hace sentir tonto, esa vez que te interrumpió frente a tus amigos para corregirte, o ese gesto de fastidio cada vez que hablas. Todo eso aunque parezca pequeño erosiona tu autoestima hasta que empiezas a dudar de ti mismo. Estos son claros red flags que no debes ignorar.

Cuando el amor se confunde con “aguantar”
Nos enseñaron que amar es tener paciencia, pero aguantar humillaciones no es amor, es perderte de ti mismo.
El desprecio, el sarcasmo constante o el desinterés no son simples “malos momentos”, son síntomas de una relación que se está pudriendo por dentro. Reconocer los red flags es crucial para evitar situaciones dañinas.
Si tu pareja no te escucha, se burla de lo que sientes o hace que te cuestiones si estás exagerando, ya estás viendo el red flag. No necesitas que te griten para darte cuenta: el respeto se nota en los detalles.
Empieza por hablarlo. Si la otra persona no cambia, no te esfuerces más de la cuenta. Salir de ahí no te hace débil, te hace valiente.

El amor sano no duele, te da paz
Un amor bonito no te hace sentir chiquito, ni te obliga a caminar con cuidado para no “molestar”.
El amor verdadero te da calma, seguridad y orgullo de ser quien eres.
Así que la próxima vez que sientas ese nudo en el pecho, recuerda:
no es drama, no es exageración, es tu intuición avisándote. Y muchas veces, esos sentimientos son grandes red flags que no debes ignorar.
Y a veces, el acto más grande de amor propio es irte antes de que te rompan más.
¡Sigue a El País de los Jóvenes en Instagram, TikTok y YouTube para más contenido positivo!


